Ante "las malas condiciones de vida" en las que consideran que se encuentran las personas, en su mayoría marroquíes y senegaleses, que han llegado en cayuco en Canarias y han sido derivadas al campamento de Las Raíces, en Tenerife, grupos de voluntarios se han unido para crear una enfermería, una peluquería y una escuela solidaria. A las afueras del campamento, instalado por el Gobierno en un antiguo cuartel militar en una de las zonas más húmedas de Tenerife y criticado por el frío, la escasez de comida y las peleas, se han instalado diferentes servicios gratuitos y gestionados por voluntarios anónimos para tratar de ayudar a los inmigrantes. En la imagen, una voluntaria corta el pelo a un inmigrante.
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