Causa criminal

25N: Cinco casos de violencia contra las mujeres que convulsionaron a la sociedad española

  • Los asesinatos de Ana Orantes, las niñas de Alcásser y Diana Quer, el acoso sexual a Nevenka Fernández y la violación a la víctima de la Manada hicieron que se produjeran cambios en el imaginario colectivo y en las leyes de España contra la violencia de género.

  • El 25N de Ana Orantes y la cuenta que no cesa 

Manifestación 8M en Sevilla.

Manifestación 8M en Sevilla. / D. S.

Hoy, 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, recordamos cinco casos de mujeres víctimas de violencia de género no para que sean tratadas como heroínas o como mujeres referentes sino para hacer memoria de lo que vivieron y sufrieron. Tampoco las recordamos porque sus historias sean más importantes que las de otras mujeres que han sufrido este tipo de violencias. Desde 2003 el número de mujeres asesinadas por violencia machista se cifra en 1.171; 38 de ellas en el año 2022.

Miriam, Toñi y Desirée, 1992

Miriam, Toñi y Desiréé, más conocidas como ‘Las niñas de Alcásser’, eran tres amigas de esta localidad valenciana que desaparecieron en noviembre de 1992 cuando se desplazaban a una fiesta en un municipio cercano. Un coche las recogió en mitad del trayecto y no se supo nada más de ellas hasta que en enero de 1993 unos apicultores encontraron unos restos óseos en el campo que pertenecían a las tres amigas. Fueron secuestradas, torturadas, violadas y asesinadas por Miguel Ricart y Antonio Anglés, quien a día de hoy sigue en paradero desconocido.

En su momento el crimen de las niñas de Alcásser no fue tratado como un caso de violencia machista. Sin embargo, con el paso del tiempo han sido múltiples los colectivos que han reivindicado que los medios de comunicación lo trataran como tal y no los encuadraran en sucesos.

Con el crimen de las niñas de Alcásser se produjo un antes y un después en la historia de la televisión debido a la repercusión mediática que tuvo y a cómo se trató la información, haciendo espectáculo de ella.

Nerea Barjola, investigadora y doctora de la Universidad del País Vasco, en su obra Microfísica sexista del poder (Virus editorial), desmenuza cómo el crimen y su cobertura sirvió para que muchas mujeres asumieran una nueva forma de habitar el espacio basada en el miedo.

En una entrevista que Barjola concede a eldiario.es sostiene que esto hace que las mujeres “se nieguen espacios, actitudes, no vuelvas a casa por un sitio porque tienes miedo, que no te muestres sexualmente activa por el qué dirán. Todas esas representaciones introducen el terror sexual desde que eres pequeña”. Los mensajes que se difundieron desde los medios de comunicación con el caso Alcásser en la España de 1992 pusieron el foco en la mujer y en la responsabilidad que ésta tenía de protegerse ante este tipo de violencias.

Ana Orantes, 1997

Nacida en Granada en 1937, fue asesinada en Cúllar Vega, municipio granadino, cuando tenía 60 años a manos de su ex marido, trece días después de que contara cómo éste la había maltratado durante 40 años. Lo hizo en el programa de Canal Sur ‘De tarde en tarde’, presentado por Inma Soriano. Trece días más tarde, su expareja la mató. Fue la primera vez que se recogió un relato de este tipo en televisión y que se empezó a considerar estos casos como violencia de género.

Hasta entonces eran catalogados como crímenes pasionales. Como consecuencia del testimonio de Ana Orantes, de su aparición en televisión y de su asesinato, se produjeron cambios en el Código Penal. Ya desde la década de los 90 fueron varios los colectivos que reivindicaban una ley al respecto por tratarse de un problema de Estado que necesitaba ser combatido con políticas específicas. En el año 2000 varios partidos y asociaciones de mujeres comienzan a desarrollar un proyecto de ley y en 2004 se aprueba la Ley Integral contra la Violencia de Género.  Este año se cumplen 25 años desde el asesinato de la granadina Ana Orantes.

Nevenka Fernández, 1999

Es conocida por ser la primera española en lograr la condena de un cargo político, Ismael Álvarez, alcalde de Ponferrada entre 1995 y 2002, cuando la víctima era concejala de Hacienda en el mismo Ayuntamiento. Nevenka, que entonces tenía 26 años, denunció haber sido acosada sexualmente y laboralmente en el año 2000, dándose de baja por depresión. Un año más tarde lo denunciaría públicamente por acoso sexual. Era la primera vez que alguien hablaba de ello ante los medios. Como otras mujeres, también fue cuestionada.  

El fiscal, José Luís García Ancos, que terminó siendo apartado del caso, sometió a la víctima a un polémico interrogatorio en el que decía que ella no era una “empleada de Hipercos, que le tocan el trasero y tiene que aguantarse porque es el pan de sus hijos”.

Fue gracias al informe de los psicólogos y psquiatras, que expusieron que los síntomas de la víctima eran claramente los de una persona acosada, que creyeron a Nevenka Fernández. Aunque eso no le sirvió para estar tranquila, pues se tuvo que mudar fuera del país por toda la repercusión mediática que había tenido su caso. 

La víctima de La Manada, 2016

El caso de La Manada fue el nombre que se le dio a la violación grupal que sufrió una joven durante las fiestas de San Fermín en Pamplona en el año 2016. Un grupo de cinco hombres violó a una joven de 18 años en un portal en el centro de la capital navarra. Grabaron los hechos, los difundieron a otros amigos de un grupo de Whatsapp llamado ‘La Manada’, le robaron el móvil a la víctima y la dejaron en el portal tras los hechos.

La joven, que denunció lo sucedido, tuvo que someterse a dos juicios en los que consideraron que los hombres no la habían violado, solo habían abusado de ella y que en ningún momento la chica había dicho que no quisiera que le hicieran eso.

Fue cuestionada por múltiples sectores pero también movilizó a un importante número de personas que se manifestaron bajo el lema ‘Hermana, yo sí te creo’.  El caso fue finalmente revisado y sentenciado por el Tribunal Supremo, que lo consideró una violación.

Fue a raíz de este suceso cuando se empezó a valorar, desde algunas asociaciones feministas y desde algunos grupos parlamentarios, la necesidad de reformar el código penal con la unificación del concepto de abuso sexual y de agresión sexual para que las víctimas de este tipo de violencias estuvieran más protegidas. Este fue el proyecto que finalmente recogía la Ley de Libertad Sexual, más conocida como la Ley del ‘solo sí es sí’, en la que hay apartados dedicados exclusivamente a las violaciones grupales o al consentimiento expreso.” Solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente, mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona". Las víctimas ya no tendrán que acreditar que han sufrido violencia o que se han resistido. Todo acto sexual sin consentimiento será agresión".

Diana Quer, 2016

Diana era una joven madrileña que se encontraba de vacaciones en un pueblo de Galicia cuando José Enrique Abuín, más conocido como El Chicle, la secuestró, violó y asesinó. Estuvo 497 días desaparecida hasta que la mujer de Abuín dejó de darle coartada cuando se enteró de que había intentado hacerle lo mismo a otra chica un poco después. Fue entonces cuando detuvieron a El Chicle, que confesó dónde estaba en cadáver de la chica.

La familia de Diana Quer pidió entonces que se le reconociera, por primera vez, la cadena perpetua revisable a este tipo de depredadores sexuales. Recogieron miles de firmas. Esta es la condena más dura que contempla el Código Penal Español, se aprobó en 2015 y fue dictada por primera vez para el asesino de Diana Quer.

Actualmente son 1.171 las mujeres asesinadas por violencia machista desde 2013; 246 de ellas en Andalucía; 38 en 2022 en España y 10 en Andalucía, que es la comunidad autónoma con más mujeres asesinadas como consecuencia de este tipo de violencia. 

El Ministerio de Igualdad, por medio de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, presta el Servicio telefónico de información, de asesoramiento jurídico y de atención psicosocial inmediata por personal especializado a todas las formas de violencia contra las mujeres, a través del número telefónico de marcación abreviada 016; por WhatsApp en el número 600 000 016; a través de un chat online en la página web de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género y por correo electrónico al servicio 016 online: 016-online@igualdad.gob.es.

Ninguna de las vías de contacto dejan rastro en las facturas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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