Causa criminal

Las claves del caso de las hermanas pakistaníes asesinadas por querer divorciarse

Agentes de los Mossos.

Agentes de los Mossos. / Andreu Dalmau (Efe)

Las chicas tenían 20 y 24 años y habían nacido en la provincia de Punjab, en Pakistán, pero su residencia habitual se ubicaba en Barcelona, donde vivían desde hace varios años.

Ambas fueron casadas con sus primos en contra de su voluntad por lo que tras la unión habían decidido solicitar el divorcio y volver a Barcelona. De hecho, ya habían rehecho sus vidas, algo que sus familiares en Pakistán se negaban a aceptar porque querían que los primos también pudieran emigrar a España.

Por ese motivo, su familia engañó a las dos chicas haciéndoles creer que su madre, que estaba en Pakistán, se había puesto muy enferma. Esto hizo que las chicas volaran hasta su país de origen el 20 de mayo de 2022.

Cuando llegaron a su casa las hermanas fueron estranguladas y recibieron un disparo mortal mientras dormían en lo que se conoce como un crimen de honor.

En ese momento, la madre de las jóvenes huyó a otra ciudad de Pakistán, y una prima de ella contactó con el Consulado de Pakistán en Barcelona para que ayudaran a la mujer y a su hijo pequeño a regresar a Cataluña.

A pesar de haber matado a sus hijas, la madre se negó a denunciar los hechos que fueron perpetrados por el propio padre de las chicas y por otros familiares.

En total la policía del Punjab detuvo a siete familiares que estaban en la casa durante el crimen, incluidos dos hermanos de las jóvenes y los dos maridos. El presunto autor material del doble crimen fue uno de sus hermanos.

Además la Policía detuvo el 21 de febrero en Terrassa al padre de las víctimas por su supuesta implicación en los hechos. Ahora los agentes investigan a tres sospechosos más que podrían tener relación con el caso. 

Residencia en España

Aunque en un principio se creyó que las dos jóvenes tenían nacionalidad española, fuentes de la embajada de España en Islamabad precisaron que solo tenían permiso de residencia en el país, donde estaban domiciliadas en Cataluña.

Además, se tratan de paquistaníes que se encuentran en su propio país, por lo que son las autoridades de Pakistán las que se deben ocupar del suceso.

Sin embargo, en los últimos años la embajada española ha atendido varias peticiones de auxilio de ciudadanas españolas de origen paquistaní a las que tenían secuestradas llegándose a realizar operaciones de rescate en algunas ocasiones.

Crímenes de honor

Los conocidos como crímenes de honor son habituales en el Sur de Asia y se suelen perpretar, sobre todo en el caso de varones que son abandonados por sus mujeres, porque lo consideran un deshonor que contraviene la moral familiar.  

Según datos de la oenegé Comisión de Derechos Humanos de Pakistán recogidos por La Voz de Galicia, solo el año pasado se registraron 478 crímenes de honor en el país. Entre el 2004 y mayo del 2018 esa cifra ascendió a 17.628 casos, si bien se cree que el número real podría ser mucho mayor debido a la falta de denuncias, sobre todo al tratarse de familiares.

El Gobierno paquistaní aprobó en el 2016 una ley que prohíbe el perdón de los familiares de las víctimas en este tipo de delitos pero algunos colectivos que abogan por los derechos humanos advierten del poco impacto que ha tenido la ley.

 

 

 

 

 

 

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