El principal sospechoso del homicidio del canónigo de la catedral de Valencia se encuentra en prisión desde el pasado viernes, a pesar de que no ha querido hablar ni se han podido reconstruir los hechos. A la investigación de este hombre se suma la de otro individuo, también vulnerable, con el que el sacerdote habría pasado los días previos a la comisión del homicidio.

Según la investigación llevada a cabo por Teresa Domínguez, de Caso Abierto, el cura había pagado el billete a este segundo hombre para que se desplazara casi 700 km para que estuvieran unos días juntos en su casa, donde mantuvieron relaciones sexuales.

Los primeros datos que arroja la investigación es que el segundo investigado habría estado con la víctima hasta el sábado y éste habría perdido la vida la madrugada del domingo al lunes. Sin embargo, los forenses no han establecido la hora exacta de la muerte del sacerdote por el momento. Ni siquiera han estrechado la horquilla de tiempo, por lo que la Policía no sabe cuándo se produjo la muerte por asfixia.

El único detenido hasta el momento habría extraído una tarjeta de crédito de la víctima y su teléfono móvil para hacerse pasar por él. Escribió un mensaje al portero del edificio para decirle que estaría unos días fuera. Luego estrajo dinero de su cuenta y realizó un pago en un bar. No obstante no ha confesado los hechos.  

El segundo individuo

El otro hombre con el que el sacerdote estuvo unos días antes de morir tiene 34 años y una discapacidad intelectual. Según la investigación ambos se habrían conocido en la estación de autobuses de la ciudad y allí el párroco lo habría animado para que fueran a su casa.  Según ha recabado el citado medio, un testigo que lo presenció todo contó a los agentes que el cura lo invitó a un café y le pidió su número de teléfono.

En diciembre, le mandó un primer mensaje que no atendió porque no había grabado el teléfono y poco después, en enero, le llegó un segundo texto felicitándolo su santo. Ahí le recordó quién era y lo animó a que lo visitara en su casa. Sin embargo como el hombre de 34 años carecía de dinero para trasladarse, él se ofreció a pagar su billete y ofrecerle cobijo.

Según el relato de este hombre, estuvo tres noches junto al cura. Durmió con él pero asegura que solo tuvieron “un pequeño encuentro sexual” la última noche, del que no ha ofrecido más detalles. Aseguró a los agentes que después durmieron y que, ya en la mañana del domingo, ambos volvieron a salir del piso, el sacerdote hacia la catedral y él, que ya llevaba encima su maleta porque no iba a volver, hacia el lado contrario.

Desde las 10.30 horas del domingo y hasta el día de la declaración ante la Policía, el viernes 26, afirman ambos que el joven ha estado en compañía de su exmujer, que estuvo al tanto en todo momento de lo que estaba haciendo. Y que nunca más volvió al piso ni a ver al "señor mayor".

Por el momento la investigación sigue abierta. El arzobispado de Valencia está tratando de personarse como acusación particular en el juicio contra el autor del crimen del sacerdote Alfonso López.