Coronavirus

Los expertos insisten en la seguridad de la vacuna de AstraZeneca

Vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford contra el coronavirus.

Vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford contra el coronavirus. / DOMINIC LIPINSKI, EFE

La vacuna de Oxford-AstraZeneca sigue estando en entredicho después de que más de una decena de países hayan decidido detener su uso ante la notificación de unos 30 casos de episodios tromboembólicos en personas que recientemente se habían vacunado de la covid-19 con su inyección y que Andalucía haya inmovilizado 1.200 de sus vacunas de un lote que estudia la Agencia Europea de Medicamentos.

Sin embargo, entidades sanitarias a nivel Mundial, expertos y algunos de los países más potentes del mundo se han unido para reforzar la posición de la farmacéutica británica y que el proceso de vacunación no se ralentice más de lo que lo está haciendo por esta circunstancia. 

Oxford-AstraZeneca emitió un comunicado en el que asegura que no existen "evidencias de un mayor riesgo de embolia pulmonar, trombosis venosa profunda o trombocitopenia, en ninguna edad definida, grupo, género, lote o en cualquier país en particular" con su vacuna.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de su portavoz, Margaret Harris, anima a los países a seguir haciendo uso de la vacuna AstraZeneca porque no hay indicios de que ésta cause coágulos y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) considera que los beneficios de la vacuna continúan superando a sus riesgos y la vacuna puede continuar administrándose mientras se está investigando los casos de eventos tromboembólicos.

"En España no se ha detectado ningún caso de trombosis y estamos pendientes minuto a minuto"

Países como Grecia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Suecia, Francia y Portugal siguen administrando las vacunas de AstraZeneca y expertos de todo el mundo se siguen sumando a la causa. Es el caso de María Neira, directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud, o la viróloga española Margarita del Val, a las que no le preocupan los contratiempos con AstraZeneca.

"En los casos de trombosis no se salen de los números habituales", mantiene del Val. Del mismo modo se pronuncia María Neira, para quien "en España no se ha detectado ningún caso y las autoridades han tomado su decisión y los ciudadanos pueden vacunarse. En cualquier campaña de vacunación ocurren estas cosas, pero de esta estamos pendientes minuto a minuto".

Margarita del Val: "Los vacunados deben tener cuidado con no ser 'vehículos' de contagio" Margarita del Val: "Los vacunados deben tener cuidado con no ser 'vehículos' de contagio"

Margarita del Val: "Los vacunados deben tener cuidado con no ser 'vehículos' de contagio" / CSIC

Lo cierto es que hasta el momento la COVID-19 ha contagiado a 120 millones de personas en todo el mundo y ha causado la muerte de 1,65 millones, un escenario del todo imprevisible hace ya más de un año, cuando estalló la pandemia. Esta evolución y los constantes vaivenes hacen comprender a estas expertas también la decisión de aquellos países que han decidido detener la vacunación con AstraZeneca.

"Hay que analizar a fondo cada mínimo indicio porque vamos a vacunar a un gran porcentaje de la población. Me parece muy bien que se pare porque por un mes no pasa nada y luego nos dirán con más calma qué está ocurriendo", aclara Margarita del Val.

Futuro optimista

Así para ambas expertas lo más importante ahora es seguir con el ritmo de vacunación adecuado, dejar trabajar a los científicos y cumplir con las normas de seguridad establecidas. El miedo tiene que tornarse en esperanza.

La que llegan con los datos en las residencias de ancianos, "siendo uno de los países que más drásticamente bajamos las oleadas de contagios y sabemos mantenerlas", y con las ganas de retomar una normalidad en la que "va a dejar mucho rastro en la salud mental", ya que "hay personas que han vivido un año intoxicadas por una información que no han podido poner en contexto".

Lo más importante ahora es seguir con el ritmo de vacunación adecuado, dejar trabajar a los científicos y cumplir con las normas de seguridad establecidas

Esa normalidad que ansía María Neira se cimentará en "la solidaridad y la ciencia, en un renacimiento, lleno de creatividad y ganas de vivir, con alegría. El sentido común nos va a ayudar, cada uno tiene que ser el gestor de su propio riesgo y a lo mejor así este año recuperaremos un poco de esas cosas tan buenas y saludables, como los abrazos y los besos", concluye.

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