La farmacia será clave para reforzar la continuidad asistencial
sanidad
El Instituto de Formación Cofares analiza en la UIMP de Santander el panorama sanitario
La atención farmacéutica domiciliaria protagonizó los días 12 y 13 de septiembre el encuentro promovido por el Instituto de Formación Cofares (IFC) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander. Por noveno año consecutivo, el Palacio de la Magdalena acogía un espacio de reflexión en torno a temas clave del entorno sanitario y daba visibilidad al papel del farmacéutico comunitario. En palabras del presidente del Grupo Cofares, Eduardo Pastor, "el envejecimiento de la población y el aumento de la cronicidad y la dependencia están favoreciendo una transformación del contexto sociosanitario. Como agente activo en el espacio sanitario, tenemos la misión de apoyar a la farmacia y defender a nuestros socios ofreciendo formación de alta calidad y servicios adaptados a esta nueva realidad".
Para ello, el encuentro, dirigido por el vicepresidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario, Julio Sánchez Fierro, contó con la participación de reconocidos expertos de diferentes ámbitos, entre ellos el director general de Salud Pública de Castilla y León, Agustín Álvarez; el director general de Farmacia del País Vasco, Iñaki Betolaza; la presidenta del Consejo General de Trabajadores Sociales, Ana de Lima; el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, José Antonio López; el director general del instituto para el desarrollo e integración de la sanidad IDIS, Manuel Vilches; o el vicepresidente del Foro Español de Pacientes, Santiago Alfonso, entre otros.
El debate analizó las implicaciones del cambio de paradigma asistencial y la gestión de los recursos sociales y sanitarios, abordando la importancia de la implicación del farmacéutico para introducir mejoras en el modelo.
Existen en España cerca de 3 millones de personas que tienen reconocida su situación de discapacidad, de las cuales, 1,2 millones son mayores de 65 años, y más de 500.000 mayores de 80. Según se puso de manifiesto, una situación de fragilidad que hace necesario un cambio en el enfoque del sistema sanitario, actualmente dirigido al paciente agudo, para incluir al paciente crónico. El farmacéutico comunitario, como agente de salud en primera línea con los pacientes, se convierte en un apoyo fundamental para hacer frente a este aumento de la esperanza de vida.
Innovación y pacientes
El encuentro puso sobre la mesa otros temas, como los cambios en los hábitos de vida, con la inclusión de las nuevas tecnologías y el papel cada vez más activo de los pacientes en el cuidado de su propia salud, derivando en un aspecto clave del nuevo panorama sociosanitario: la humanización de la salud. En este sentido, para Yolanda Tellaeche, presidenta del IFC, la farmacia tiene una labor muy importante, pues en sí misma es un establecimiento sanitario "con un componente humano muy potente" donde el farmacéutico es "una persona de confianza que se encuentra en primera línea en el trato con el paciente y sus familiares o cuidadores". Asimismo, reconoció que "ya se ha demostrado en diversas ocasiones que la intervención del farmacéutico es muy positiva, existen resultados que avalan una mejora de la adherencia al tratamiento tras su intervención". Santiago Alfonso, del Foro Español de Pacientes, reclamó un abordaje íntegro y multidisciplinar basado en la humanización. "Muchos pacientes no cumplen con los tratamientos, nadie mejor que otro paciente para acompañar y convencer al enfermo. Por tanto, las sinergias con la farmacia comunitaria son claves para conseguir que mejoren los resultados, más si cabe cuando hablamos del medio rural, donde es una gran oportunidad aprovechar la capilaridad de la red de farmacias".
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