La fiscal acusa de homicidio a ocho mossos por la muerte de un empresario
La Fiscalía deja, eso sí, la puerta abierta para poder acabar calificando como asesinato los hechos que causaron el fallecimiento de Juan Andrés Benítez.
La fiscal ha atribuido un delito de homicidio doloso a ocho de los mossos imputados por la muerte del empresario Juan Andrés Benítez al ser detenido, aunque ha dejado la puerta abierta para poder acabar calificando los hechos de asesinato, han informado fuentes judiciales. En una comparecencia convocada por la juez que investiga el caso para que las partes concretaran la actuación de cada uno de los diez agentes, el fiscal ha atribuido a ocho agentes un delito de homicidio doloso, mientras que la acusación particular ha acusado a nueve mossos de homicidio doloso/asesinato y las defensas han reclamado el sobreseimiento.
La fiscal considera que la muerte de Juan Andrés Benítez la madrugada del 6 de octubre después de una reducción policial en el barrio del Raval podría ser un delito contra la vida, "cuya determinación dolosa o imprudente dependerá del resultado de las diligencias", según el escrito de diez páginas presentado este mismo viernes. En el caso están imputados dos mossos más -un agente por echar agua sobre la sangre de Benítez y otra por supuestamente preguntar a vecinos por fotos de los hechos-. La defensa ha pedido nuevas diligencias para determinar si el que echó agua en la sangre actúo "para evitar contagio", en cuyo caso era necesario.
Un letrado de la defensa, Jordi Pina, ha reconocido ante los medios que no les hace "ninguna ilusión" que el caso pueda decidirse con un jurado popular, porque, aunque las imágenes puedan parecer de extrema dureza, no hay ninguna acción que pudiese provocar la muerte de Benítez y existe el riesgo de que un ciudadano normal pueda hacerse una composición más mediática que penal de los hechos.
Por su parte, el abogado de Benítez, David Aineto, ha asegurado que han ampliado los delitos a detención ilegal y falsedad documental, y que en su escrito recoge lo que han transmitido algunos testigos, que tuvieron la sensación de que el hombre era "un animal cazado y muerto". Preguntado sobre si cree que los agentes actuaron con intención, Aineto ha respondido: "Está claro que, si no hubiera intención y una violencia que sobrepasa su función como policía, hoy no estaríamos aquí", y ha añadido que recurrirá la petición de las defensas de hacer una segunda autopsia.
La abogada de la acusación popular, Laia Serra, considera que los mossos pudieron incurrir en un asesinato o, alternativamente, en homicidio doloso, y en delitos contra la integridad moral y falsedad documental, además de coacciones, obstrucción y encubrimiento. Además, ha anunciado que han pedido que declare un nuevo testigo que hasta ahora no ha pasado por el juzgado y que vio toda la actuación de los mossos desde una posición privilegiada.
Un "peligro innecesario" y sin escapatoria
La fiscal, Elena Contreras, ha considerado que los ocho mossos d'Esquadra imputados expusieron a la víctima "a una situación de peligro innecesaria que podía comprometer su vida" y a sabiendas de que no tenía escapatoria. En su escrito, dice que ve indicios de que los mossos, aun sin tener intención directa de causar la muerte de Benítez, "puestos de común acuerdo y con unidad de propósito delictivo, colocaron a la víctima en una clara situación de riesgo y peligro que podría desembocar en su fallecimiento" sin que pudiera escaparse.
La otra opción que baraja el Ministerio Público es la de que, también puestos de común acuerdo, "su pretensión era únicamente la de lesionarle contraviniendo, al hacerlo, tanto las normas y reglas mínimas de cuidado que se asumirían por un ciudadano medio, como sus deberes profesionales". La fiscal ve desproporcionado el número de agentes empleados en la noche del 5 de octubre para reducir a Benítez, la cantidad de golpes que le profirieron porque se los dieron cuando ya estaba tumbado en el suelo, y también "a todas luces excesiva" la duración de la contención.
También apunta a que, pese a que una ambulancia estaba presente en la calle Aurora desde el momento que en que llegaron los mossos, los agentes no requirieron su intervención hasta que Benítez quedó inconsciente. En todo caso, la fiscal ha añadido que los ochos agentes en su actuación menoscabaron "la dignidad que como persona tenía el señor Juan Andrés Benítez".
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