Habla el único superviviente en la tragedia del Air India: "Había cadáveres a mi alrededor, me levanté y corrí"

Un británico de 38 años fue el único que pudo salir vivo del vuelo AI-171 estrellado con 242 personas a bordo

Hallan a un superviviente del accidente aéreo en la India

El avión caído contra edificios con un montaje de la cara del superviviente
El avión caído contra edificios con un montaje de la cara del superviviente

"Cuando me levanté, había cadáveres a mi alrededor. Tenía miedo. Me levanté y corrí", relató Vishwash Kumar Ramesh, un ciudadano británico de 38 años y el único superviviente del vuelo AI-171 de Air India, que se estrelló el jueves en Ahmedabad con 242 personas a bordo. Ramesh viajaba en el asiento 11A, situado junto a una de las salidas de emergencia del Boeing 787. Aunque medios locales aseguran que logró saltar del avión, las autoridades no han dado un versión oficial sobre si el superviviente abandonó la aeronave antes o después de que esta quedara envuelta en las llamas. "Había restos del avión por todas partes. Alguien me agarró, me metió en una ambulancia y me llevó al hospital", declaró Ramesh al medio indio Hindustan Times.

La historia de su supervivencia fue confirmada visualmente por canales de noticias indios, que difundieron imágenes de un hombre con una camiseta blanca ensangrentada y pantalones oscuros, coincidente con las fotografías de Ramesh, caminando con dificultad mientras era asistido por personal médico.

El superviviente y su billete
El superviviente y su billete / Hindustan Times

La tragedia aérea, que es ya la peor en una década en la historia de la India, dejó al menos 268 muertos, de los cuales 241 eran pasajeros y al menos otras 27 personas se encontraban en tierra. El avión se estrelló en una zona residencial y una residencia de estudiantes de medicina, situada cerca del aeropuerto, durante la hora del almuerzo.

El hombre permanece ingresado en el Hospital Civil de Ahmedabad, donde recibió la visita este viernes del primer ministro indio, Narendra Modi. Según informó a este mismo medio, su hermano también viajaba en el avión, una fila delante de él, y pidió ayuda para encontrarlo. La mayoría de las víctimas eran de nacionalidad india y británica. Las autoridades han iniciado un proceso de identificación mediante pruebas de ADN, mientras continúa la investigación sobre las causas del siniestro.

Las autoridades han iniciado un complejo proceso de identificación de las víctimas mediante pruebas de ADN, mientras los investigadores buscan las cajas negras para esclarecer las causas del siniestro. Según el ministro del Interior indio, Amit Shah, "el avión transportaba casi 125.000 litros de combustible y, debido a la alta temperatura, no había posibilidad de salvar a nadie".

Hallan una caja negra del vuelo de Air India siniestrado en la azotea de un edificio

El Registrador Digital de Datos de Vuelo (DFDR), una de las "cajas negras" del avión, del avión de Air India que se estrelló ayer ha sido recuperado este viernes, más de 24 horas después del siniestro en el que murieron más de 260 personas, informaron fuentes oficiales.

"La caja negra se encontró en la azotea de un edificio. La Oficina de Investigación de Accidentes de Aviación (AAIB) comenzó a trabajar con fuerza de inmediato", informó la autoridad india responsable de la investigación.

Las cajas negras y el ADN: ¿Cómo se investiga una catástrofe aérea como la de la India?

Tras una catástrofe aérea como la del vuelo AI171 de Air India en la ciudad de Ahmedabad, con 242 personas a bordo, se activa un complejo protocolo de investigación internacional diseñado con un único objetivo: averiguar qué falló para que no vuelva a ocurrir.

Este proceso, regido por los manuales de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), puede llevar meses o incluso más de un año.

Según el Anexo 13 de la OACI, la autoridad aeronáutica del país donde ocurre el accidente es la responsable principal de la investigación. En el caso del vuelo AI171 de Air India, la Oficina de Investigación de Accidentes de Aeronaves de la India (AAIB) asume el liderazgo.

Sin embargo, no actúan en solitario. El protocolo internacional establece la participación obligatoria de otros países clave. El más relevante es el país de diseño y fabricación de la aeronave.

Al tratarse de un Boeing 787, un equipo de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EE. UU. (NTSB), considerada la agencia de investigación de accidentes de transporte más prestigiosa del mundo, que ya ha confirmado su viaje a la India para colaborar estrechamente en el proceso.

Asimismo, tienen derecho a enviar representantes el país de la aerolínea (India) y cualquier otro país con un número significativo de víctimas, como es el caso del Reino Unido. Esta colaboración internacional asegura una perspectiva integral y el acceso a la experiencia de expertos globales.

Paralelamente a la recuperación de las cajas negras los investigadores se dedican a una meticulosa labor forense. Documentan y mapean con precisión la distribución de todos los restos del fuselaje y componentes de la aeronave.

El patrón de dispersión de los escombros y el grado de fragmentación pueden ofrecer pistas vitales sobre la dinámica del impacto: si el avión se desintegró en el aire, si hubo una explosión, o si impactó con la estructura relativamente intacta. Cada pieza es un fragmento de un inmenso rompecabezas.

Al mismo tiempo, se activa el complejo protocolo DVI (Identificación de Víctimas de Desastres).

Como ha explicado el ministro del Interior indio, Amit Shah, el proceso de identificación de las víctimas se realizará principalmente mediante pruebas de ADN. Esto se debe al devastador estado de los restos humanos tras un impacto de alta energía y el posterior incendio.

Hasta ahora se han recolectado más de 200 muestras, aunque faltan decenas de pruebas principalmente de los pasajero extranjeros a bordo, la mayoría británicos. Una vez recuperados los registradores de vuelo y analizados todos los datos del lugar del siniestro, comienza la fase más prolongada y minuciosa de la investigación.

Los expertos cruzan y validan la información de las cajas negras con los registros del control de tráfico aéreo, el historial de mantenimiento de la aeronave y su tripulación, y los datos meteorológicos del momento del accidente. Se pueden realizar simulaciones y pruebas en laboratorio de componentes específicos.

Aunque es posible que se emita un informe preliminar con los primeros hallazgos en unos meses, las normas internacionales establecen que la investigación debe completarse en un plazo de doce meses, siempre que sea factible. El objetivo final es la publicación de un informe público exhaustivo. Este documento detallará la cadena de fallos y las causas probables del accidente, y lo más importante: emitirá recomendaciones de seguridad específicas.

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