El miedo a la pandemia castiga la cotización de las grandes aerolíneas

La amenaza de una pandemia por gripe porcina se convirtió en el principal motivador de acción de los inversores en las bolsas de todo el mundo. Las bajadas de la mañana se contuvieron por la tarde y algunas plazas lograron remontar al calor de Wall Street, que se movió en positivo desde la apertura. El Íbex 35 también intentó la remontada pero no la pudo completar y sólo logró moderar la caída hasta el 1,25% y los 8.777 puntos. Iberia encabezó las pérdidas y los bancos tampoco ayudaron en absoluto. El resto de plazas europeas lograron cerrar en positivo, salvo el Cac parisino, casi plano (-0,01%). El Dax alemán ganó un 0,42% y el FT100 londinense un 0,27%.

Dentro del selectivo español, Iberia ocupó el último puesto de la tabla con un recorte del 6,58% como consecuencia de la amenaza de la gripe aviar que hundió la cotización de las principales aerolíneas de Europa. En el mercado continuo, Vueling cedió el 3,34%.

Las aerolíneas también bajaron en los parqués europeos, pues la alemana Lufthansa perdió el 9,25%, la mayor caída de la bolsa de Fráncfort, en tanto que Air France cedió el 6,56%, el mayor retroceso de la bolsa parisina, y British Airways se dejó un 7,86%, el segundo mayor descenso en Londres. En Estados Unidos, las acciones de Continental Airlines bajaron en un 12%, mientras que US Airways perdió hasta un 15,7%. "El miedo a una pandemia mundial podría empeorar aún más la recesión global", estimó Daniel Chan, estratega de inversiones del DBS Bank en Hong Kong. Desde su punto de vista, las economías exportadoras podrían ser las más afectadas.

Otra compañía vinculada al sector turístico, la hotelera Sol Meliá, fue la segunda cotizada que más descendió del mercado español, con un 12,83%, en tanto que el operador turístico TUI, participado por empresas españolas y que cotiza en Fráncfort, bajó el 2,86%. La compañía con sede en Hannover decidió no emprender más viajes a Ciudad de México hasta por lo menos el 4 de mayo.

Además del miedo provocado por la gripe porcina, la crisis pesó en el ánimo de los inversores y en la cotización del barril de Brent, que baja a 49 dólares. También influían los pronósticos del Bundesbank de que la economía alemana no crecerá hasta el segundo trimestre de 2010 y del Ejecutivo japonés, que calculaba que el PIB caerá en 2009 el 3,3%.