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Salud

El éxtasis provoca una degeneración neuronal parecida al Parkinson

  • Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) muestra que el consumo abusivo de éxtasis o MDMA provoca mecanismos de degeneración neuronal parecidos al Parkinson.

El consumo de éxtasis o MDMA, en cantidades abusivas, comparte  mecanismos de degeneración neuronal con las enfermedades  neurodegenerativas más frecuentes, como la enfermedad de Parkinson  o la de Huntington, según un estudio del Consejo Superior de  Investigaciones Científicas (CSIC).

Los investigadores analizaron el impacto de esta droga en  ratones, a los que se administró tres dosis espaciadas por tres  horas. "La cantidad utilizada en este experimento equivaldría al  consumo abusivo de éxtasis en un corto espacio de tiempo. Sería  superior al consumo de pastillas o MDMA durante un fin de semana, a  pesar de que suele ser habitual la ingestión de una nueva dosis  cada vez que los efectos de la anterior desaparecen", explica la  investigadora Rosario Moratalla, del Instituto Cajal (CSIC).

Las conclusiones del estudio, que publica la revista Synapse,  muestran que el éxtasis es neurotóxico e incide especialmente en  los neurotransmisores de dopamina, muy implicados en el  aprendizaje. Este efecto degenerativo de la droga afecta, según los  resultados, primero a los estriomas y después a la matriz de una  parte del cerebro conocida como el cuerpo estriado.

El patrón de degeneración que provoca el éxtasis, como explica  Moratalla, es similar al de los primeros estadios de las  principales enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de  Parkinson, la de Huntington o la isquemia cerebral. "En este tipo  de patologías, al igual que con el consumo de éxtasis, los  estriomas son más vulnerables a la neurodegeración que la matriz",  apunta la investigadora del CSIC.

La neurotoxicidad del éxtasis, probada en el trabajo, se suma a  otros efectos adversos, ya conocidos, asociados al consumo de este  estupefaciente. Entre ellos, ansiedad, crisis de angustia, cuadros  piscóticos o aumento de la presión arterial, la frecuencia cardiaca  y la temperatura corporal.

Los últimos datos del último Observatorio Europeo de las Drogas  y las Toxicomanías, correspondientes a 2007, señalan que en torno a  9,5 millones de europeos (el 3 por ciento de la población de la  Unión Europea) han consumido de forma experimental (alguna vez en  la vida) éxtasis. De acuerdo con el estudio, el 4,4 por ciento de  la población española ha probado este estupefaciente en alguna  ocasión. Esta tasa de prevalencia, superior a la media, sólo es  mayor en Reino Unido (7,2 por ciento) y República Checa (7,1 por  ciento).

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