Al menos un muerto dejó ayer el nuevo seísmo registrado en el centro de Italia, región ya afectada por el devastador temblor del lunes que causó la muerte de 228 personas, según informaron medios de prensa locales. El nuevo seísmo provocó "numerosas víctimas", según los medios, pero sólo dando cuenta de la muerte de una persona en la pequeña localidad de Santa Rufina di Roio, a las afueras de L'Aquila, la ciudad más afectada por el terremoto del lunes. La réplica, de magnitud 5,5 a 5,7 en la escala Richter, registrada a las 18.45, hora española (una más en Italia), fue la más fuerte de todas las que se han producido hasta ahora y casi alcanzó la magnitud 5,8 en la escala Richter del sismo del lunes. El temblor provocó nuevos daños en los edificios agrietados de L'Aquila, entre ellos la cúpula de la catedral, y se sintió fuertemente en Roma. En L'Aquila se vivieron escenas de pánico.

La nueva sacudida reduce todavía más las posibilidades de encontrar supervivientes bajo los escombros de los edificios derribados. Entre otros, se encuentran cuatro jóvenes universitarios que quedaron sepultados en la Casa del Estudiante de la ciudad de L'Aquila y sobre los que ya no existe ninguna esperanza de encontrarlos con vida. No obstante, las operaciones de búsqueda de supervivientes proseguirán hasta el viernes, según detalló el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, que acudió a la región por segundo día consecutivo para seguir de cerca la situación.

Sin embargo, a medida que pasan las horas disminuye la posibilidad de encontrar nuevos supervivientes bajo los escombros. No obstante, en la madrugada de ayer fue rescatada Marta, una estudiante de 24 años que pasó 24 horas bajo las ruinas. Los rescatadores la hallaron extendida sobre su cama, protegida por una viga de cemento armado que había caído a menos de 20 centímetros de su cuerpo, evitando así que los demás escombros la aplastaran. Los rescatadores también lograron sacar con vida a una anciana de 98 años que permaneció 30 horas bajo los escombros y esperó a ser socorrida haciendo ganchillo, según relató ella misma a los medios locales.

Los servicios de emergencia dieron ayer por concluida la búsqueda de supervivientes en la pequeña localidad de Onna, donde han perdido la vida 40 de sus 350 habitantes y que se ha convertido en el símbolo del terremoto que sacudió el centro de Italia.

Entre los heridos está un joven español, J. F. González, hospitalizado. No se teme por su vida.