Ventajas y desventajas del teletrabajo
Teletrabajo
Con la actual crisis del coronavirus muchas empresas están optando por la solución del teletrabajo para sus empleados, una alternativa que, progresivamente, ya estaba sumando adeptos
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Suena el despertador a las 7:00, nos levantamos diligentemente y ponemos la cafetera. Nos aseamos... y seguimos en pijama (o no necesariamente). Encendemos el ordenador y, con nuestro café al lado, comenzamos la jornada de trabajo desde nuestra propia casa. ¿Os suena? A algunos, seguro que sí. Según el último estudio de Adecco, que llega hasta 2018, en España hay 1,43 millones de teletrabajadores, sobre todo de las grandes empresas ya que, en cifras del INE, solo un 36% de las enseñas con menos de 10 trabajadores facilita a su plantilla acceso remoto al correo electrónico, a documentos de trabajo y a las aplicaciones de la empresa, frente al 92,5% de las grandes.
De cualquier manera, según los expertos, estos datos aumentarán en estas fechas debido a las restricciones obligatorias de movilidad que estamos sufriendo con el coronavirus.
Desde el desconocimiento, seguro que la gran mayoría de personas que no han probado el teletrabajo consideran que todo son ventajas; sin embargo, como todo, también cuenta con algún inconveniente. A continuación veremos algunos de ambos. La decisión de si, a partir de ahora, teletrabajáis dependerá de vosotros... y de vuestras empresas.
Ventajas
Somos más productivos
Según Sonia Herrera, técnica experta en empleo digital y teletrabajo de AITED (Asociación Española para el Impulso del Teletrabajo y el Emprendimiento Digital), "si nos organizamos bien, podemos terminar antes nuestras tareas y obtener un rendimiento de entre un 10 y un 30%". Al mismos tiempo, asegura, "las empresas logran igualmente reducir sus gastos, pues cuentan con menos personal en la oficina".
Ahorro en desplazamiento y comer fuera
¿Nos hemos preguntado alguna vez cuánto tiempo dedicamos al mes en ir y volver del trabajo? El promedio está entre unas 40 y 58 horas. "Al no desplazarnos, ahorramos en transporte público o gasolina. Además, si trabajamos desde casa podemos dedicar ese ahorro de tiempo a otros asuntos", explica Herrera. Por ejemplo, al ocio personal o a la propia familia, al aumentar el tiempo disponible para asumir responsabilidades con los hijos o la pareja.
Por otro lado, otra consecuencia directa es que no tendremos que comer fuera, con el consiguiente ahorro (de nuevo) para nuestro bolsillo y beneficio para la salud. Podremos recuperar la comida casera calentada a fuego lento o hecha al horno. ¿Hay mayor placer para los sibaritas del buen comer?
Flexibilidad horaria
El teletrabajo y la flexibilidad horaria suponen un nuevo concepto de la jornada laboral con consecuencias muy positivas. "Si cada uno de nosotros nos organizamos con un horario adaptado a nuestras necesidades, basado en objetivos, veremos gratos resultados", reconoce Herrera.
Desde cualquier parte del mundo
Ahora, debido al coronavirus, estamos obligados a trabajar confinados pero el teletrabajo, explica Herrera, con un portátil y un teléfono, "puede realizarse desde cualquier lugar, incluso puedes vivir en alguna ciudad donde el coste de vida sea menor”.
Desventajas
Autodisciplina
Con el teletrabajo hay que cambiar el chic, ya no es la empresa la que marca el horario. "Nos tenemos que buscar más la vida con la organización. Debemos tener más disciplina, imponernos nuestro propio horario”, apunta Sonia Herrera.
Retardo en las comunicaciones
La comunicación con compañeros y jefes tardará más en ser efectiva. En la oficina, comenta Herrera, "no tardamos nada en resolver alguna duda porque tenemos a los compañeros al lado". Desde el teletrabajo, en tanto que todo el mundo está a su ritmo, "los tiempos de respuesta son más amplios, a veces de horas". ¿Solución? Prever lo que necesitamos el día antes y, si nuestra labor depende de algún compañero, solicitarle la información con margen de tiempo para que pueda respondernos con antelación.
Aislamiento social
Las personas trabajamos, sí, pero por mucho más que por dinero. Según algunas encuestas, el clima laboral, la flexibilidad horaria u otros temas que tienen que ver con la calidad de vida, son más importantes para los trabajadores que el dinero en sí. "Eso casa con las necesidades de las personas", reflexiona Herrera, para quien "el trabajo nos da ese contacto y amistad que el ser humano tanto necesita". Si nos quedamos en casa esas relaciones no suceden, aunque hay medios para paliar eso: "La empresa puede crear un foro de los trabajadores o, también, hay grupos de Facebook de personas que trabajan desde casa. No es igual que ir a la oficina, pero es curioso, porque empiezas a sentirte acompañado y comprendido. En situación normal tu entorno no te entiende porque no teletrabaja, pero en estos grupos sientes que sí”.
Monotonía
Estar siempre en el mismo lugar también puede llegar a ser agotador. Si el trabajo es desde casa, se puede desdibujar la línea divisoria entre vida personal y laboral. Por ese motivo, hay expertos que animan a los teletrabajadores que, de vez en cuando, vayan a lugares de coworking, cafeterías o bibliotecas. Psicológicamente, salir de casa ya cambia mentalmente la actitud y nos hace sentir que comenzamos la jornada laboral y, encima, socializando.
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