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Cursos de verano Pablo Olavide 2021

Las minas de agua, protagonistas del último día del curso de espeleoarqueología

  • Los alumnos del seminario de la Olavide en Carmona pudieron conocer estos conductos subterráneos que traían agua al municipio y datan de la época romana

Las minas de agua, protagonistas del último día del curso de espeleoarqueología

Las minas de agua, protagonistas del último día del curso de espeleoarqueología / Redacción

Los alumnos del curso de verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona conocieron ayer las minas de agua en el apartado práctico del seminario Introducción a la espeleoarqueología aplicada: el estudio de las minas de agua. Realizaron incursiones en estos yacimientos detrás del teatro Cerezo de la localidad carmonense y, justo al lado, de la Alameda de Alfonso XII.

El director del curso y arqueólogo del Museo de la Ciudad, Juan Manuel Román, explicó que en el punto por el accedieron “convergen varias minas de agua y abastecen a la vaguada de la Alameda”. Asimismo, apuntó que, en los últimos tiempos, se han desatascado varios conductos porque estaban llenos de barro “para que el acceso sea lo más cómodo posible”. Por su parte, comentó que “todavía no son visitables estas cavidades, pero se están haciendo las primeras experiencias con este curso de verano”.

La mina que se visitó es una de las principales y es la de San Antón. Estos conductos proporcionaban agua a Carmona “desde la Edad Media hasta mediados del siglo XX”. Según Román, la actual Alameda sería “en época romana una zona donde saldría mucha agua y, de hecho, según los documentos históricos, era un lugar con mucha vegetación y con una salida de agua muy importante”.

Se está trabajando todavía en medir la longitud y el área de extensión del conjunto de minas de agua, las cuales se hallan por toda la comarca de Los Alcores. En 2016, se firmó el convenio de colaboración entre el consistorio y la asociación andaluza de exploraciones subterráneas y, desde entonces, se han analizado gran cantidad de conductos. Según Román, “todavía queda mucho por hacer porque hay muchas galerías que no se han estudiado aún”.

Las minas de agua son estructuras hidraúlicas romanas que “apenas se conocían, y con estos estudios se están empezando a comprender, de cara a que se protejan y se cataloguen, tal y como se hace con otros yacimientos o monumentos”. Generalmente, los conductos son bastante estrechos , aproximadamente, de medio metro de anchura por uno ochenta de altura, existen distintas tipologías y “lo que buscaban esos conductos era captar los manantiales subterráneos que se encuentran en el subsuelo de los Alcores”.

El otro director del curso es José Millán, presidente de la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas, y refirió que este tipo de galerías “también existen en Córdoba y Granada, donde ha habido ocupación romana”. Explicó Millán que los romanos “siempre hacían captación subterránea, aunque el caso de Carmona es que hay mucha agua en el subsuelo”.

Millán explicó que “la ciudad era muy importante, había amplias zonas de cultivo, necesitaba mucha agua y, por eso, la captación estaba tan desarrollada” Los alumnos pudieron hacer diferentes exploraciones en la cueva de la Batida y en una terma romana. Álvaro y María de Gracia son dos de los alumnos de este seminario y “agradecían mucho estos cursos y las experiencias prácticas como las incursiones en las minas de agua porque ayudan mucho a los estudiantes de carreras como historia del arte y otras disciplinas”.

El hecho de que existan estas estructuras es debido al tipo de piedra de la comarca, la cual posibilita que se pueda excavar en ella y aparezcan lugares como el hipogeo romano de San Felipe, las tumbas que se están excavando en la necrópolis o las propias minas de agua. Los directores del curso también han agradecido la colaboración de los carmonenses porque se ha podido avanzar mucho en la investigación por los datos que daban los vecinos acerca de los pozos que tenían galerías y los espacios en los que podía haber conducto.

El procedimiento que se ha hecho a la hora de trabajar en las casas es un reconocimiento con una cámara de vídeo y, después, poder acceder a través de los pozos de las casas a las galerías subterráneas. Asimismo, se está trabajando para que estos estudios no queden sólo en el ámbito científico, sino que el público en general sepa qué se está analizando en el subsuelo carmonense para que los ciudadanos conozcan más el patrimonio que posee la ciudad de Carmona.