El Juzgado de Primera Instancia número 16 de Granada, en su función de Tribunal de Incapacidades, ha acordado el internamiento en el Hospital del Campus de la Salud del hombre que fue detenido el pasado jueves tras atrincherarse durante ocho horas en su domicilio de Las Gabias (Granada) bajo la amenaza de hacer explosionar varias bombonas de butano.

El objetivo de la medida, adoptada este lunes, es que reciba el tratamiento médico necesario durante el tiempo que se considere conveniente, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

La decisión impone a los facultativos del centro hospitalario la obligación de informar al tribunal cada seis meses sobre la necesidad de prolongar el internamiento o de poner fin al mismo, ya sea por el alta clínica o por el traslado a otro centro del enfermo que, por su comportamiento, parece sufrir problemas mentales.

El auto judicial faculta además a los responsables médicos para que, en el caso de que el paciente quebrante la medida de internamiento, puedan adoptar las medidas necesarias para su reinternamiento, incluso requiriendo auxilio policial y sin necesidad de solicitar autorización judicial previa.

La resolución ha sido notificada al centro sanitario donde se encuentra ingresado el detenido y a la Fiscalía de Granada, y contra la misma se puede presentar recurso ante la Audiencia Provincial de Granada en un plazo de 20 días.

El hombre, de 66 años e investigado por los delitos de amenazas graves y daños, fue detenido el pasado día 21 tras permanecer ocho horas atrincherado en su vivienda bajo la amenaza de hacer explosionar varias bombonas de butano.

El sábado pasado, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Santa Fe acordó su puesta en libertad y su traslado al Hospital Virgen de las Nieves con el fin de ser examinado por los facultativos.

El hombre se atrincheró en su casa para evitar ser detenido por agentes de la Guardia Civil, que fueron a arrestarlo por un delito continuado de daños tras las más de 40 denuncias, en su mayoría por amenazas, acoso y daños, interpuestas por sus vecinos, que fueron desalojados durante las horas que duró el encierro.