Betty White, de la ingenua Rose a la abuela de Facebook

Han pedido que sea la próxima presentadora de los Oscar, en lugar de Hugh Jackman, con el que se duchó en un late show, y en Facebook ya consiguieron recuperarla para la televisión. Betty White, la actriz superviviente de Las chicas de oro, regresó el pasado año a la pantalla estelar presentando su propio Saturday Night Live, en la NBC. La petición de verla de nuevo en un plató procedía de un activo grupo de la red social que terminó convirtiéndose en un lobby de presión con más de medio millón de fieles. La NBC no se arrepintió del reto.

Aquella ingenua Rose de Las chicas, a sus 88 años, demostró que tiene el músculo de la comicidad sin reúma y durante este año ha trabajado en una telecomedia cuyo episodio piloto se estrenaba hace un par de semanas en una cadena de cable norteamericana, TV Land, que a la sazón se ha estrenado en la producción con esta serie. Tres cuarentonas llegan a Cleveland un tanto despistadas por un problema en el tráfico aéreo y descubren que en este lugar semiescondido en el mapa yanqui se han multiplicado las posibilidades de tener éxito en el sexo e inclusive en el amor. Las mujeres, en busca de su segunda oportunidad en la vida, encuentran alojamiento en una casona regentada por una anciana sin complejos (ahí entra nuestra Betty) que, como la protagonista de Weeds, le encanta cultivar marihuana. La sitcom de diez episodios se llama Hot in Cleveland. En principio no es nada del otro mundo, facilona y evidente, pero se ha convertido en un fenómeno gracias al trabajo de aquella Rose recuperada para el gremio catódico, dando un giro a la candorosa pensionista que vivía en la soleada Florida.

Betty White ha solido interpretar en su trayectoria profesional a personajes dulces y amables que iban con su fisonomía. Fue en la serie La chica de la tele (The Mary Tyler Moore Show) donde interpretó a una mujer sarcástica y desagradable, papel con el que consiguió dos premios Emmy de los cinco que tiene en su historial. En los 60 tuvo su propio programa de entrevistas y canciones, y en los 70, su telecomedia. Las chicas de oro, con la que fue recuperada en primera instancia, parecía que iba a ser su dorado retiro, pero Betty sigue reinventándose sin experimentar grandes cambios y se ha convertido en un ejemplo para los profesionales de su generación y sobre todo para los veinteañeros que la han redescubierto y que la adoran.