TV-Comunicación

Historia de la memoria de todos

  • 'Imprescindibles' de La 2 rinde homenaje a Concha Velasco con un documental. Su carrera y su vida personal centran este trabajo.

Más de 70 películas, 30 obras de teatro, otras tantas series de televisión, y todavía sigue recitando de memoria escenas que hace décadas que ya no interpreta. Concha Velasco (Valladolid, 1939) es la memoria del cine español, el alma viva del teatro, la esencia del musical patrio. Una intérprete que todavía hoy reconoce que se siente "levitar" cuando sale al escenario y se enfrenta a quien nunca le abandonó: el público. De ahí que TVE, cadena en la que conduce cada sábado Cine de barrio, haya decidido brindarle un merecido homenaje a través de Concha Velasco, una memoria viva, documental dirigido por Manuel Armán y producido por RTVE que hoy ofrece el espacio Imprescindibles de La 2.

Este trabajo, un biopic que se presentó anoche en la Cineteca de Madrid y hoy llega a televisión, recorre los 50 años de carrera de la artista, y en él la propia actriz narra en primera persona las alegrías y sinsabores de su vida y obra: desde los momentos de éxito, donde apenas sacaba tiempo para respirar, hasta los episodios más tristes, como su reciente enfermedad. Al mismo tiempo, hace memoria para acompañar a los espectadores en un recorrido por la historia del teatro, cine, musicales y televisión de España.

El documental ha sido rodado en su mayoría en Madrid. La librería Ocho y medio, un espacio muy frecuentado por Concha, el teatro de La Latina, o la carpintería de TVE en Prado del Rey, han sido algunos de los espacios de rodaje. Además, los espectadores podrán acompañar a la actriz en su gira con la obra Olivia y Eugenio por San Sebastián, donde habla de sus gustos personales. Por último, también ha estado en Barcelona para grabar la charla que tuvo sin tapujos con su amigo y actor José María Pou. La obra que esta noche ofrece La 2 también cuenta con otros testimonios cercanos a la veterana actriz, como José Carlos Plaza, Josefina Molina, Pedro Olea, Fernando Navarrete y José Sacristán.

En palabras del director del documental, "Concha Velasco nos ha regalado unas entrevistas que son una joya. Más de seis horas de confesiones, recuerdos y análisis vital que hemos tenido que concentrar en 60 minutos".

Armán y Ana Peláez, directora de Imprescindibles, destacan la capacidad de lucha de una mujer que hizo siempre lo que quiso, con vocación y talento para reinventarse. Uno de sus grandes miedos fue encasillarse en un papel. "Antonio Ferrandis me había comentado que Chanquete fue para él un gran perjuicio en su carrera, profesional y personal", cuenta Concha en esta obra. "Él, que era un grandísimo actor de teatro, de cine y de televisión, desde que murió Chanquete no volvió a hacer nada. Yo dije: ¡No quiero ser Chanquete!" Y nunca cayó en la trampa. Al día siguiente de la última representación de Santa Teresa de Jesús, que provocó tanto revuelo como éxito tuvo, decidió 'colgar los hábitos'. Se enfundó un provocativo body rojo con plumas y salió a presentar un programa de variedades en TVE al grito de "¡soy el águila de fuego!" "Salí con unas piernas hasta donde se podían enseñar, que ya se podían enseñar, con aquel traje rojo. Y mucha gente me dijo: ¿por qué?... Es que yo no quería ser Chanquete, ¡fíjate qué tontería!", rememora.

Concha Velasco, memoria viva también profundiza en la parte más alejada de los focos. "Ella recuerda momentos complicados, como cuando defendió determinadas cosas por las que tuvo que pagar un precio", explica Ana Peláez. Y es que su principal papel de vida, el que más destaca, es el de mujer trabajadora y luchadora desde antes de la Transición. El ejemplo que otras tantas actrices tomaron en los difíciles años que llegarían después. "La gente de esa generación, y Concha por supuesto, son muy importantes para nuestro país. Han luchado mucho, han vivido muchas etapas. Son gente muy trabajadora y con un gran sentido de la ética. Una referencia para la gente más joven", explica el director del documental. También repasa este trabajo el último momento difícil de su vida, cuando se le detecta la enfermedad que le obliga a pasar por el quirófano mientras interpretaba Hécuba en Mérida. Se encontraba físicamente mal, pero como era un proyecto muy deseado, no se planteó en ningún momento dejarlo.

Los grandes nombres de la cultura siempre estuvieron cerca de ella. Algo de lo que presume y agradece. "Teníamos un grupo de amigos que éramos José Luis Ozores, Mingote, Tony Leblanc, José Luis López Vázquez, Alfredo Landa y sobre todo Forqué. Esta gente me ha ayudado a ser la persona que soy hoy en día", confiesa Concha en un momento del documental que hoy verá la luz en televisión.

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