Programas sobre programas

El éxito de algunos 'realities' o series hace que las cadenas programen ración extra de sus tramas o contenidos, con debates o 'making of'

Mónica Martínez, en el plató del nuevo programa de Cuatro de debate sobre el 'reality' 'Adán y Eva'.
Mónica Martínez, en el plató del nuevo programa de Cuatro de debate sobre el 'reality' 'Adán y Eva'.
Fátima Díaz

24 de septiembre 2015 - 05:00

Ahora lo vemos lo más normal del mundo pero en los tiempos de Médico de familia ni se pensó en hacer un programa solamente con las tomas falsas de la serie o curiosidades del rodaje, aunque desde luego habría tenido su audiencia. La crisis de la televisión ha vuelto a las cadenas conservadoras a la hora de confeccionar sus parrillas y en estos tiempos que corren resulta fundamental apostar a caballo ganador. De ahí que el éxito de realities como Gran Hermano o series como El tiempo entre costuras y El príncipe se haya decidido estirar lo máximo posible programando espacios para seguir hablando de ellos, señalar curiosidades del rodaje o de la propia trama en sí. Nacen, así, Gran Hermano: el debate, Más de El tiempo entre costuras o Lo que no se ve de El príncipe. Hasta tal punto que ahora no hay programa con éxito que no tenga su making of; ahí están, por ejemplo, la nueva Pecadores -sobre el reality Adán y Eva de Cuatro- o El siglo de Águila Roja -la última ficción en subirse al carro de esta moda-. Son programas sobre programas que cubren, con notables shares, fundamentalmente el hueco del late night, aunque algunos incluso han saltado al prime time de otros días.

Lo de Gran Hermano, desde luego, merece capítulo aparte. Ya no sólo cuenta con la gala semanal y el referido debate sobre las andanzas de los concursantes. También existe un Gran Hermano: la casa en directo para conexiones en directo, y Gran Hermano: última hora para poner al día diariamente a los seguidores del programa. Cierto que las horas dedicadas al reality se han ido ampliando conforme se cumplían ediciones, pero también la audiencia ha acompañado fielmente. Hasta llegar a la actualidad en que Gran Hermano se ha convertido en un auténtico fenómeno televisivo con el que Mediaset nutre buena parte de su parrilla semanal. Una buena inversión, y una inversión segura.

Telecinco tiene otros realities:Supervivientes, Gran Hermano VIP y Pasaporte a la isla, por ejemplo, que también cuentan con sus propios programas de debate. En la otra cadena de Mediaset, Cuatro, también triunfa últimamente Adán y Eva, que acaba de estrenar su debate, titulado Pecadores, tras la emisión de la entrega semanal y presentado por la misma persona, Mónica Martínez. Otros como Un príncipe para Corina, Granjero busca esposa y similares no llegaron a tener suficiente respaldo como para prolongar su tiempo de emisión con otros espacios sobre lo mismo.

Antena 3, en cambio, ha tenido menos suerte con este tipo de formato. Arrebató Pekín Express a Cuatro, pero de poco le ha valido porque la última edición, presentada por Cristina Pedroche, pasó sin pena ni gloria. Sí parece que cuajó Casados a primera vista, que no fue un rotundo éxito pero llamó la atención lo suficiente para que Atresmedia decidiera que tendrá segunda temporada. Aunque, eso sí, ninguno de ellos tuvo un programa que sirviera de continuación a sus contenidos.

Pasando al terreno de la ficción, el increíble éxito de series como El tiempo entre costuras y El príncipe hizo que sus respectivas cadenas, Antena 3 primero y luego Telecinco, confeccionaran unos espacios que sirven de prolongación al capítulo semanal. En ellos se veían escenas inéditas, se conocían curiosidades de la grabación e incluso se profundizaba en las historias y en los personajes reflejados. Viendo el éxito de tal formato, la idea se copió para otras series y hoy en día no hay ficción que se precie que no tenga su continuación. El planteamiento no es algo que haya surgido en España; en Estados Unidos las ficciones con mayor número de espectadores suelen tener su propio espacio de tomas falsas y momentos curiosos del rodaje. Una de las primeras en hacerlo fue Friends, cuyo éxito fue indiscutible entre los años 1994 y 2004. Que fuera una comedia hacía más factible la emisión de tomas falsas.

En España La que se avecina, por ejemplo, ha adoptado este formato y lo que ofrece Telecinco como extra del episodio son sólo las escenas del rodaje más llamativas y divertidas. Este fue el inicio de los programas que ahora llamamos making of y que incluyen no sólo a series cómicas, también históricas, como Águila Roja o El Ministerio del tiempo, que emiten extras didácticos sobre las épocas que aparecen reflejadas, o también dramáticas, como las mencionadas anteriormente. A estas alturas, el éxito de una serie en nuestra televisión se mide en función de si incluye extras o no.

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