Visto y Oído

Saura(s)

Afronté el visionado de 'Saura(s)' con prevención. El documental de Félix Viscarret traza una mirada hacia el director de cine español vivo más insigne a través de conversaciones con sus 7 hijos. Siempre he mirado con recelo las carreras de aquellos que tienen apellidos célebres. Desde joven me mostré muy susceptible con esta cuestión. Quienes nacen 'hijos de' parten con ventaja en la parrilla de salida de la vida.

En el caso que nos ocupa mi teoría se cumple a pie juntillas. Visto y oído a qué se dedican los vástagos de Carlos Saura, seis varones y una mujer, podemos confirmar que el propio Saura funciona como una agencia de colocación. Baste decir que la menor, Anna, es su asistenta personal. Y el mayor, Carlos, que parece su hermano, ya ejercía de ayudante en sus películas de hace décadas. Lo más interesante de 'Saura(s)' lo dice el hijo ausente, Shane Saura Chaplin, en conversación telefónica con Viscarret desde Estados Unidos. Carlos Saura es lo que siempre hemos denominado un ser despegado. Nunca llama. "Si un día lo hiciera me daría un paro cardíaco". Ahora bien, como asegura el hijo fruto de su relación con Geraldine Chaplin, es una contradicción que a Saura le interesen más sus hijos cuando son mayores, porque la paternidad, por definición, se basa en verlos crecer. "Para él no es sacrificio; es toma de decisiones", justifica Shane. 'Saura(s)' tiene más valor por lo que apunta que por lo que cuenta. Sólo al final, cuando es su pareja Eulàlia Ramón la que charla con Saura, es capaz de ponerle el dedo en la llaga. Esta es la segunda película del proyecto 'Cineastas contados', anunciado hace años en el Festival de San Sebastián, en donde un director joven nos presenta, a su manera, a un veterano. Tras Virgina García del Pino/Martín Patino, llegarían las parejas Urbizu-Cobeaga, Regueiro-Rebollo, García Sánchez-Jonás Trueba y Almodóvar-Sánchez Arévalo. ¿Pero cuándo...? Con ingenuidad, pensamos que algún canal televisivo con pedigrí nos brindaría el festín en bandeja. Pero habrá que tener paciencia.

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