TV-Comunicación

Seguimos 'Perdidos'

  • Los fans de 'Lost' se quedan fríos con un desenlace emotivo pero que no responde a las incógnitas de la isla.

Jack continúa con los ojos cerrados para muchos fans de Lost. El esperado final de la serie dejó a casi todo el público, en general, 'helado'. ¿Qué pasa en la isla? ¿Por qué el vuelo 815 de Oceanic se estrelló precisamente allí? ¿Qué es real y qué imaginario? Ninguna de estas incógnitas, que tantos desvelos han causado a los espectadores a largo de 121 capítulos y seis temporadas, fueron resueltas. Los guionistas decían que tenían el final pensado desde el primer capítulo... y ahora lo creo. En The end, el último episodio, parece que han tirado a la papelera los resúmenes y esquemas explicativos de la enredada trama con más de una veintena de personajes y se han decantado por potenciar la lágrima fácil y el espectáculo de efectos especiales. El final de Perdidos sí que ha sido humo, negro o del color que sea.  

Advertimos a los seguidores de la serie que aún no hayan visto el desenlace que, llegados a este punto, no sigan leyendo. Porque la conclusión de esta ficción, que constituye ya un auténtico fenómeno televisivo en medio mundo, puede resumirse en una sola frase: 'Al final, todos muertos'. Ayer los losties más exacerbados no se lo creían. Intentaban buscar mil y una interpretaciones ocultas a la realidad pura y dura. Y seguro que, a partir de ahora, aparecerán muchas más. Lo que es evidente es que la historia es así. No hay más. O quizás sí, pues ayer en varias webs y programas especiales de televisión salió a relucir la posibilidad de rodar una película de Lost o una secuela. Una cosa está clara: que el DVD que pronto se pondrá a la venta tendrá 20 minutos de escenas inéditas. Y en 20 minutos pueden explicarse muchas cosas. Así que pasen por caja, señores.

La que no ha cosechado los resultados esperados con la emisión de esta season finale ha sido Cuatro, la cadena que ofreció con media hora de retardo con respecto a Estados Unidos el ansiado estreno. Los espectadores que siguieron el evento televisivo a través de este canal, de hecho, ayer estaban que 'trinaban' debido a los errores con los subtítulos y a que "un error humano" provocó que no se emitieran seis minutos del momento del desenlace. En Facebook, desde primeras horas de la mañana, aparecieron los primeros 'movimientos' de protesta en forma de nuevos grupos llamados 'A mí también me ha timado Cuatro con el último episodio de Lost' o 'Que el humo negro destruya los estudios de Cuatro'. Aparte de bromas, la supresión de seis minutos y de publicidad alguna durante la emisión en Cuatro trajo también como consecuencia que en España se viera la escena final alrededor de media hora antes que en algunos puntos de Estados Unidos, lo que ocurría por primera vez en la historia.

En Fox España, lejos de desarrollarse la noche sin complicaciones ya que se trataba de versión original, también tuvieron problemas.  En la ABC, donde tuvo lugar el estreno en Estados Unidos, la retransmisión fue mejor, pero tampoco obtuvo los exitosos índices esperados; con 13 millones de espectadores ni siquiera entró en la lista de los 50 finales de series más vistos en dicho país.

Al otro lado del Atlántico, en nuestro país, la noche se vivió como lo que es: un fenómeno que mueve a miles de admiradores pero que se ha experimentado, fundamentalmente, a través de internet. En varios cines españoles, eso sí es cierto, se organizaron proyecciones especiales a las que acudieron centenares de fans y muchos otros, desde sus casas, madrugaron o no se acostaron para vivir el estreno a través de Cuatro, sobre todo, o de Fox.

Pero, ¿qué tiene Perdidos para atrapar a casi todo aquel que la ve? Algunos críticos de televisión responden a esta pregunta diciendo que la trama tiene casi todo que ver con el fenómeno, el cual puede resumirse como un enfrentamiento entre la lógica y la mística. Se trataba, pues, de creer en la isla o no creer. Por eso el último capítulo ha resultado mucho más pragmático de lo esperado. Otros, hablan de una estética envolvente, muy característica de J.J. Abrams. Por último, un último grupo de entendidos señalan un novísimo ritmo de narración, con numerosos saltos en el tiempo que en las primeras temporadas parecía que siempre se remontaba al pasado y, sólo en las últimas, ha empezado a mirar hacia adelante.

Sea como fuere, el final de Lost sólo ha sido comparable en nuestro país al de Expediente X o al de Friends y, aún así, si pudieran cuantificarse las descargas de la red, probablemente el fenómeno resultaría mucho mayor. Para los fans la madrugada del lunes resultó, desde luego, un acontecimiento sin precedentes. Sin precedentes y frustrante al no encontrar respuesta a muchas preguntas. ¿Qué pasó con el seño Echo? ¿Por qué Richard no envejecía? ¿Qué significa la serie 4, 8, 15, 16, 23, 42?  Lo dicho, si es por explicarse, Lost resulta como un libro cerrado.

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