Final

¿Quién es definitivamente el español mejor de la Historia? La decisión esquiva la política

Silvia Intaxurrondo, presentadora de 'El mejor de la Historia'

Silvia Intaxurrondo, presentadora de 'El mejor de la Historia'

Ha ganado la ciencia. El mejor de la Historia se despega de interferencias ideológicas, políticas y el público ha decidido por un estrecho margen que el investigador y premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal sea el español más importante, el que mejor nos representa. Una figura de hace algo más de un siglo, mucho más reconocido fuera de nuestras fronteras que entre nosotros, a nivel popular, y que vencía por un 1,8% de diferencia (51,8% fue su porcentaje) a Isabel la Católica.

A ver, que la reina castellana, "forjadora de la Unidad de España", con su marido aragonés, es realmente la figura más importante de la Historia de nuestro país.  Mujer, reina. La administradora más sagaz, la política más ambiciosa (a la par que su Fernando, que no estaba en la relación de este programa) y sin ella, tal vez, ni España ni el mundo entero sería tal como lo conocemos. Un reconocimiento monárquico así en el siglo XXI parece empalagar a estómagos delicados. 

Homenaje de Correos a Ramón y Cajal Homenaje de Correos a Ramón y Cajal

Homenaje de Correos a Ramón y Cajal

Ha ganado Ramón y Cajal, cosas demoscópicas, pero no duelen prendas y también es justo reclamarle como mejor de la Historia por una labor pionera y exenta casi en su tiempo y por ser nuestra figura científica más importante, sin duda. Medir por centímetros la grandeza histórica es una de esas simples anécdotas agigantadas que produce la televisión. Llegaban también a la final Colón, de un origen tan dudoso como su catadura, y dos hombres de letras de época distintas pero unidos por la grandeza de ser únicos y haber sufrido con saña la ingratitud que regala este país, Cervantes y Lorca.

Está bien que los nombres del callejero se asomen al prime time, especialmente para las nuevas generaciones que están a otra cosa y no mirando el televisor. El empeño de TVE con este formato enviado a las tantas por su baja audiencia es valorable y el público no lo ha valorado. Silvia Intxaurrondo ha sido una presentadora impecable. Tal vez espantaba tanto charlatán para extender el formato. Caprile, Gurruchaga, Santiago Segura o Vaquerizo. Era interesante cuando surgían defensores especialistas y preparados. Pero la televisión generalista de ahora no está preparada para debatir sobre nuestro olimpo nacional. La intención fue buena, el resultado, muy cuestionable. 

 

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