Entrevista a Jeff Kinney

"Yo envejezco cada año, pero mi público siempre tiene la misma edad"

El escritor Jeff  Kinney y la caricatura de su personaje literario y cinematográfico

El escritor Jeff Kinney y la caricatura de su personaje literario y cinematográfico / EFE

Jeff Kinney (Maryland, EEUU, 1971) es autor del Diario de Greg y de toda la saga que acaba de publicar un nuevo volumen, el 17º, Dando la nota (Editorial Molino). De tiras cómicas en una web este estudiante pasó a las novelas y de ahi, a las películas. Su autor, que arrancó de forma autobiográfica con estas vivencias en el instituto, cree que Greg parará al terminar la adolescencia, así que quedarían como mínimo otros tres libros. Kinney charló desde su casa en videollamada para este periódico.

-Tras convivir en la ficción durante tantos años entre adolescentes ¿Eso es un problema para sobrellevar la vida real? 

-Es interesante, porque yo envejezco un año cada año pero mi público siempre tiene la misma edad por así decirlo. Eso es un poco raro porque a medida que aumenta la brecha de edad empieza a preocuparme por no poder tal vez conectar con eso. Trato siempre de tener un poco esa sensibilidad más juvenil ¿y cómo lo consigues? manteniendo el contacto con los familiares pequeños, hablar con profesores para que te cuenten cómo es la vida de hoy...

-¿Y  cómo son los niños de hoy en día respecto a cuando usted comenzó la obra de Greg?

-Yo creo que el principal cambio es el uso de los móviles, eso no le sorprende a nadie. El móvil ya se ha convertido en el centro de nuestras vidas. Si tuviese que escribir un libro con precisión sobre los chicos de hoy  estarían todo el tiempo mirando la pantallita: el resultado de la historia no sería demasiado interesante ¿no te parece?

-¿Debido al móvil leen más, precisamente, pero se leen menos libros?

-Los jóvenes y niños tienen otro vínculo con la lectura. El texto siempre acompaña a algo visual y por eso se han popularizado de nuevo las novelas gráficas. O libros como los míos donde tienes una imagen gráfica como apoyo al texto. Es difícil poner a un chaval a leer ahora página tras página, sólo de texto.

-Cuándo se pone a escribir su historias ¿cuáles son sus referencia?

-Por ejemplo, recuerdo los tebeos del Pato Donald de mi infancia. Pienso en mis héroes de toda la vida, en esos creadores que sacaban partido del cómic, una forma de hacer literatura. Y por supuesto no pierdo el sentido del humor, me inspira el humor clásico.

-¿Sin humor no podría construir a Greg?

-Por supuesto. Y en las portadas de los libros siempre ves a Greg con el ceño fruncido. Eso como personaje lo hace más interesante. Si el primer libro pues si lo hubiese publicado con una sonrisa en la portada, pues habría quedado como cursi. Yo creo que es más estimulante verlo un poco atormentado. Y un poco perdedor.  Al final las cosas le salen bien y el lector prefiere que sea así.

-¿Todos hemos sido, al menos un poco, Greg?

-El lector se identifica mucho con estas aventuras. El instituto, el colegio, con la comunidad que hay en ellos, son cosas muy identificables. Creo que es fácil identificarse con él porque estos libros te abren como una ventana hacia otro mundo pero al mismo tiempo pueden ser como un espejo de nuestra vida. Cuando lees a Harry Potter y estás mirando hacia otro mundo, fantástico, donde te gustaría estar. Dices "wow, ¡qué tal?". Con Harry Potter sueñas que eres mago  mientras que con Greg lo que ves que eres como tú, con tus propias torpezas, pero con los defectos ampliados. Te identificas entonces con tu propio personaje.

-¿Hay mucho de autobiográfico en esas páginas?

-Todo lo que le pasa a Greg en su entorno familiar durante los primeros libros me pasó a mí, pero como en esos espejos de las ferias que te deforman un poquito. La fuente de todo esto ha sido mi vida personal en ficción, y comercializada para que tenga más gracia. Ahora se amplía la aventura, con más edad, ya con su grupo de rock.

-¿Qué puede adelantar de ese Dando la nota?

-Tu hermano es al mismo tiempo tu verdugo y tu héroe. Greg entra en ese mundo que ya es de adolescentes, una experiencia de chicos mayores. El personaje es ahora un chico preadolescente que va siguiendo la banda de su hermano, con sus anécdotas.

-¿Para construir a este Greg se fija ahora en lo que viven sus propios hijos?

-Tal vez de manera subconsciente. Mis hijos ya han pasado la adolescencia, no sé si de alguna manera he estado reflejando los cambios por los que ha pasado mi vida y en el propio Greg se perciben rasgos nuevos que tienen los chicos que ahora pasan a otra etapa de la edad. Es una sensación de mirar por el retrovisor y has reconocido que tus hijos se han hecho mayores. A mí me chocó un poco cuando empezaron a salir de marcha. Se hicieron mayores y no me di cuenta.

-¿Nota por sus hijos que los jóvenes de ahora han estado marcados por la pandemia?

-Durante la pandemia nuestros hijos tuvieron que ser niños dos años más de lo normal. Cuando salieron y todo volvió a tener sus horarios el mundo se abrió de repente y echaron a volar de un día para otro.

-¿Escribió esta aventura de Greg durante el confinamiento?

-La escribí en 2022 pero algunas  de sus ideas provienen del encierro que sufrimos en 2020. En la convivencia en familia surgieron ideas. Fue sacar una experiencia nueva de esos meses tan complicados para todos. Y a la vez fue diferente, veíamos la tele con nuestros hijos en esos días.

-¿Qué le han parecido las versiones en el cine de sus novelas, que tanto se han repuesto en las cadenas de televisión?

-Yo estoy encantado con esas películas porque además tengo gran responsabilidad ya que soy productor y autor, formo parte como guionista de las de las pelis, con lo cual estoy profundamente involucrado en el esfuerzo que se ha hecho para llevarlas a la pantalla.  Vienen otras películas de Greg así que este es un mundo en el que en el que voy a seguir viviendo durante algún tiempo.

-¿Y que le parecería convertir sus historias en una serie?

-No lo tengo contemplado. Lo que me gustaría seguir haciendo es escribir más libros para hacer más feliz a más gente.  Me parece una buena señal que a leer mis libros y al ver las películas la gente se ría en ambos soportes.  Me gusta que se vayan descubriendo los gags para los nuevos lectores y espectadores. Cuando escribo mis novelas yo me río con los textos. Si te ríes con lo que escribes es una buena señal. Pero escribir es algo muy serio para mí. El trabajo me lo tomo muy en serio para que haga reír.

-¿Hasta cuándo se extendería este mundo de Greg?

-Yo no creo que vaya más allá de tener 20 años. No sé, como mínimo sería tres libros más. Más allá de eso yo creo que tendré que tomar una decisión muy seria:  qué voy a hacer con el resto de mi vida, por eso crearía otro personaje.  Yo creo que la parte más especial de un personaje de caricaturas es esa permanencia que tienen: sabes que no quieres que cambien. Greg debe ser siendo un niño, un joven. La voz del Pato Donald es la misma que hace 40 años y va a ser la misma dentro de 40 años. Yo creo que mi trabajo mi responsabilidad como caricaturista es mantener esa frescura y esa permanencia de Greg.

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