Balance

¿Cuál es la responsabilidad de Blanca Paloma del mal puesto de España en Eurovisión?

Blanca Paloma y sus bailaoras en Liverpool

Blanca Paloma y sus bailaoras en Liverpool

Cerremos el informe de Eurovisión 2023 admitiendo como balance que el jurado y el público del Benidorm Fest se desenfocaron y que Blanca Paloma y Eaea no eran lo más idóneo para enviar fuera.

Nadie debe poner en duda la valía y el esfuerzo de su intérprete, la última en ser reprochada por una canción que, efectivamente, no gustó al público de todo el continente porque no la descifró, o no la quiso descifrar o entender. La ilicitana fue a hacerlo lo mejor posible con una propuesta que ya tenía cerrada desde su victoria en Benidorm. Lo dio todo. Hacia ella y su equipo no se puede discutir nada, aunque ahora vislumbremos que la coreografía de aspavientos no era tan brillante.

El jurado, con los 95 puntos de 21 países, valoró en su justa medida el Eaea en Eurovisión con sus votos a puñaditos. Es decir, consideró la calidad de un tema exótico, con complejidad (seguro que muchos jurados se interesaron por esa complejidad y singularidad). Pero no era ese tema que podía pelear por un apoyo masivo. Y se ha confirmado que no es un problema del flamenco, sino que en Eurovisión lo puramente étnico, folclórico, es recibido con reticencia por el público. Es cuestión de complicidad desde el escenario hacia la pantalla.

La actuación de España en la gala final de Eurovisión 2023. Blanca Paloma y 'Eaea'

Reconozcamos que hemos vuelto a pecar de autocomplacencia, de generar mayores expectativas del tema español de lo que realmente era ante el público internacional. El cero técnico de Eaea en el televoto dice que no era una canción propicia para gustar y no iba a impactar de un golpe a los espectadores, lo que sí produjo Chanel en 2022. Hay que tener un poco de autocrítica, en TVE y en los eurofans. La decisión en el Benidorm Fest estaba distorsionada por euforia. Sugestión. Y es curioso que mientras Blanca Paloma fue elegida por aclamación, Chanel fue vapuleada durante meses por vencer con críticas y dudas sobre el jurado.

El tercer puesto de 2022 compensaba todas las polémicas y justificaba con creces el caro y divertido juguete del Benidorm Fest, que nació con buen pie. El varapalo ha sido hasta aconsejable.

Incluso la propia Blanca Paloma en este video de balance agradece el apoyo recibido y aconseja al público que debe tomarse Eurovisión como un foro de libertad de expresión de cada país y olvidar la obsesión por ganar, sino por llevar algo consecuente. La actitud de la cantante la engrandece.

Para futuros Benidorm Fest hay que afinar más en la relación de seleccionados, hay que jalear el vivero y, sobre todo, al votar, jurado y público, habrá tener más claro qué tiene más potencial para hacer un buen papel (aspirar a ganar) en Eurovisión... Sí, debieron ir Agoney o Vicco. Lo de Blanca Paloma fue exceso de confianza.

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