Contact se estrena este domingo a las 15.45 en el canal DMax. En esta docuserie se repasan las últimas investigaciones sobre la presencia extraterrestre entre nosotros. Crítico y exigente, Myke Cole es detective del fenómeno Ovni, misterios que han vuelto al primer plano al reconocer la administración estadounidense que han retomado las investigaciones. Cole adelanta a este periódico qué va a tratar en Contact cada domingo junto al historiador Michael Livingston y otros expertos.

–¿Cómo se involucró en un proyecto colectivo, con otros analistas, como Contact?

–Estamos en un renacimiento para la investigación de los ovnis. En primer lugar, porque que ha habido una ola masiva de desclasificación de archivos por militares de todo el mundo. Tenemos el programa AATIP en Estados Unidos, o el CEFAA en Chile que va a sorprender a los espectadores españoles. Y por otro lado las redes sociales y la tecnología delos móviles ha convertido en cualquier persona en un investigador. Tan pronto como ven algo u oyen algo lo graban y toda esa información termina compartida. Ahora también tenemos tecnología de análisis de big data para tener al alcance muchos datos.

–¿Ahora es más fácil hacer un programa sobre alienígenas?

–En estos tiempos tenemos al alcance miles de avistamientos que de otra manera hubieran sido muchas imágenes difíciles de conseguir.

"Yo no creo en los extraterrestres. Nunca creí en ellos"

–¿Ycómo contactaron con usted para un formato como este?

–En Discovery me conocían de un programa llamado Hunted, en la CBS, donde era un cazador de fugitivos por todo Estados Unidos. Sabían que yo era detective y que yo era un escéptico. Soy una persona de dudas, que siempre tiene preguntas para desbaratar las evidencias. Así que deliberadamente me pidieron que dirigiera la investigación para Contact.

–¿Y estaba predispuesto a dudar de todo?

–El truco del trabajo de detective es que siempre debe entrar sin prejuicios. No podría entrar en este tema con determinadas creencias. Todos tenemos prejuicios, todos tenemos creencias o intuiciones, pero una de las cosas que te capacita para ser un investigador de inteligencia es eliminar cualquier sesgo. Obviamente, desde una perspectiva personal, yo no creo en los extraterrestres. Nunca creí en ellos. Pero Contact es un trabajo y nada puede interferir, ni siquiera ser escéptico. Tenía que empezar con la mente en blanco, sin ninguna noción preconcebida.

–Entonces, ¿qué va a hacer?

–Voy a buscar muchos datos, analizarlos y ver adónde nos llevan. Y si los datos me llevaron a un lugar que fue impactante o perturbador... ese es el trabajo bien hecho

–¿Y se ha impactado mucho?

–Sí, constantemente. Cada investigación me sorprendió y también me sorprendió lo crédulos que son los que defienden la presencia de ovnis entre nosotros. Tenemos el caso Oumuamua, un objeto interestelar que algunas personas creen que es una célula solar extraterrestre. Incluso el jefe de Astronomía en Harvard cree que este es un objeto extraterrestre. La Marina de los Estados Unidos cree haber encontrado algo. Y la Fuerza Aérea Chilena, también.

–¿Y cuáles han sido las mejores pruebas que ha encontrado en esta serie?

–No quiero estropear nada. Por ejemplo la Fuerza Aérea Chilena muestra una imagen de un objeto volando que tiene un penacho en la cola. Algunas personas pensaron, bueno, tal vez es un avión, pero por las características de su vuelo no podrían coincidir con el trazado de un avión. Y se hace en la cámara FLIR, que usamos en investigaciones legales. Por fuerza, sorprende. La temperatura que la superficie del objeto emitió era de unos 400 grados y ningún avión podría volar con ese calor exterior. Así que yo no puedo explicar esas imágenes. Ni nadie puede explicarlo en estos momentos. Sobre este ovni chileno, como analista, tengo que aceptar que es una pregunta que no puedo responder.

–Stephen Hawking decía que sería muy peligroso que los extraterrestres contactaran con nosotros ¿Qué puede hacer la humanidad al tomar contacto con otras civilizaciones?

–Esa declaración se basaba en cómo los humanos se tratan entre sí. Sabemos que cuando una civilización es más avanzada tecnológicamente que otra siempre resulta dañada la más vulnerable. Los seres humanos somos criaturas muy ásperas: nos lastimamos unos a otros. No sabemos las motivaciones de otra civilización y qué idea tendrían de nosotros.

"Si hay información que está relacionada con el Área 51 está en un compartimiento que nunca se leyó"

–¿Cuál es su posición?

–No lo sé si ocurriera. El mundo se enfrenta a desafíos realmente serios en este momento: hay un desastre medioambiental en el horizonte, hay agitación política en todos los países. Estamos haciendo un mal trabajo para abordar estos problemas. Yo si me encontrara con una civilización alienígena que tiene tecnología, inteligencia y capacidades mayores que la de nosotros les pediría de rodillas que necesitamos ayuda. Pero me sorprendería que una raza extraterrestre pudiera venir y ayudarnos a resolver nuestros problemas.

–¿Qué le parece la controversia que rodea a la enigmática Área 51?

–Todo el mundo debería ver los vídeos de Naruto Run. En inteligencia tenemos una filosofía, una doctrina llamada compartimentación: eso significa que sólo leemos las partes de la información secreta que necesitamos para hacer nuestro trabajo. Es una forma de limitar la información a los posibles espías. Y si hay información que está relacionada con el Área 51 está en un compartimiento que nunca se leyó. No sé nada al respecto. Ni conozco a nadie que realmente sepa algo.

–¿Hay muchos ovnis estudiados que realmente podrían ser presencias extraterrestres?

–Sólo porque algo volador no esté identificado no significa necesariamente que sea extraterrestre. Las agencias han podido investigar si hay existencia de amenazas espaciales, pero sus conclusiones no las vamos a saber por ahora. Si un adversario desarrollara una tecnología para atacarnos lo iba a tener enctonces muy fácil. El ejército estadounidense tiene un término llamado Cisne Negro que incluiría una invasión extraterrestre y nunca van a explicarnos qué harían.