Toros

Antonio Ferrera: "Sus motivos tendrá el señor"

  • El torero se mostró contrariado con el presidente, que impuso su criterio sobre las ganas del público

  • Miguel Ángel Perera es trasladado al hospital

Antonio Ferrera vivió una tarde de emociones fuertes sobre el albero.

Antonio Ferrera vivió una tarde de emociones fuertes sobre el albero. / Juan Carlos Muñoz

"Acabo feliz y contrariado". Así se manifestaba Antonio Ferrera nada más acabar la corrida de ayer, sexta del abono de esta temporada. Su felicidad aludía a las notables faenas que realizó en el tercero y el quinto de la tarde. Su contrariedad estaba motivada por las decisiones de la presidencia de la Real Maestranza de Caballería ayer. "Sus motivos tendrá", respondió Ferrera a las preguntas de Radio Sevilla.

El presidente, José Luque, argumentó sus decisiones diciendo que en el tercero "no hubo petición suficiente" y en el quinto "pinchó y, por ello, no se pueden dar dos orejas". Luque, que fue centro de las iras de muchos aficionados añadió que "si le hubiese hecho caso en todo al público, habría sido de Puerta del Príncipe". Uno de sus aficionados que no estaban de acuerdo con el criterio presidencial fue Joaquín Sánchez. El futbolista del Real Betis, al que Ferrera le brindó un toro sobre el redondel, se quejó: "No entiendo porqué nos tenemos que ir cabreados de aquí". El portuense comentó que "el público es el que manda". Y dejó clara su opinión sobre las faenas del torero extremeño: "Era de tres orejas merecidísimas porque he disfrutado y me he emocionado". En la misma línea se manifestaba el abogado Joaquín Moeckel, que cree que "a veces hay que saltarse el reglamento y ser razonable". El jurista se preguntó en voz alta: ¿Por qué tenemos que ser los taurinos los que nos echemos tierra encima?

Estas sensaciones contrastaron con las palabras antes de la corrida. Ferrera, que mandó un cariñoso saludo al lesionado Emilio de Justo, aseveró que "venir a Sevilla siempre es algo especial". El otro protagonista de la tarde, Miguel Ángel Perera, también se mostró emocionado en el callejón antes de realizar el paseíllo: "Es un honor como extremeño estar en carteles con toreros de mi tierra". Perera, que no tuvo suerte con su lote, acabó el espectáculo teniendo que marcharse a la enfermería para que le miraran un espeluznante enganchón que le dio el último astado de la tarde. Cristina Sánchez, la torera y apoderada de Antonio Ferrera, también pasó por los micrófonos radiofónicos, en los que alabó a su pupilo: "Ha hecho muchas cosas buenas y de mucho gusto". Sánchez dijo que "es muy bonito pisar este callejón", refiriéndose así a su regreso al coso del barrio de El Arenal.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios