Cebada Gago, el picador Quinta y Curro Javier, premios El Monasterio

La Tertulia taurina radicada en el Hotel Monasterio de El Puerto celebró a mediodía del domingo el acto de entrega de sus premios taurinos en mérito de lo ocurrido en la temporada 2010 en la Plaza Real, galardones que cumplen diecisiete años.

El acto, que se verificó en el Auditorio del Monasterio San Miguel, fue presidido por la primera teniente de Alcalde del Ayuntamiento portuense, Patricia Ybarra, quien ocupó el estrado junto al director del hotel Andrés Guerrero Gámez, el presidente de la tertulia, José Zamorano y el aficionado, tertuliano y antiguo presidente de la plaza de toros Rafael Gómez Ojeda.

El evento fue presentado por el periodista Jerónimo Roldán Rosas, que anualmente conduce las tertulias taurinas posteriores a cada festejo, que organizan conjuntamente la tertulia y el hotel.

En esta ocasión se concedió especial protagonismo a los equipos gubernativos del coso portuense, ya que se les distinguió con una mención especial por su quehacer, que fue entregada al final del acto, reservándoles protocolariamente el momento más destacado de la entrega, prueba del valor que concede esta tertulia al trabajo de los equipos gubernativos. Los presidentes Ana Alonso y Rafael Sestelo, el asesor artístico Antonio González Sabio y el asesor veterinario Antonio Ruiz, fueron los representantes de este colectivo que recibieron el aplausos de los aficionados que llenaban la sala.

En primer lugar se entregó el premio al toro más bravo del ciclo que correspondió a "Lancero" de herederos de José Cebada Gago, recibiendo el galardón el ganadero José García Cebada recibió del director del hotel.

El trofeo que distingue a la mejor brega fue fallado por el jurado para Curro Javier, de la cuadrilla de Manzanares. El torero no pudo asistir por encontrarse con su matador en faenas camperas en Salamanca, recogiendo su trofeo el aficionado Francisco Jiménez.

La tertulia también reconoce la labor de los de aúpa con el premio al mejor puyazo, que cumple su séptima edición, trofeo que recogió Francisco José Quinta de la cuadrilla de Alfonso Oliva Soto.

Tras la palabras de clausura de Patricia Ybarra animando a los tertulianos a perseverar en sus actividades, terminó un acto que revistió la brillantez usual.