El matador de toros Enrique Ponce cortó las orejas del quinto toro del segundo festejo de la Feria de Soria. El valenciano cuajó la faena de una tarde donde Cayetano, que abrió plaza y se marchó del festejo antes de su conclusión por un asunto familiar grave, y Víctor Puerto, obtuvieron una oreja cada uno de un variado lote de Victoriano del Río y del segundo hierro, Toros de Cortés.

Ponce se entretuvo en diseñar una faena de largo metraje con un toro incómodo al que limó primero y toreó a placer después en una segunda parte de faena notable, con muletazos esplendorosos. Primero se las vio con un animal encastado, con motor y pujanza, que requirió un esfuerzo del valenciano. Su faena fue un ejercicio de sometimiento, enfadándose con el toro, y pudiéndolo en cada muletazo, pero tres agresiones con los aceros se llevaron el premio.

Cayetano ha abierto plaza en la Corrida del Sábado Ages y ha cortado la primera oreja de la tarde después de una faena aseada a un toro de Victoriano del Río con la fortaleza al límite al que muleteó con gran disposición y mató de una gran estocada. El cuarto, distraído, no llegó a emplearse nunca y Cayetano tampoco consiguió afinar la partitura.

De Toros de Cortés fue el tercero en turno, toro reservón y desaborío, que no llegó a emplearse y con el que Puerto no perdió tiempo, a sabiendas que allí había poco que rascar. Su matador, Víctor Puerto, viendo las complicaciones del animal y a sabiendas de que el lucimiento no era posible, lo despachó con rapidez.

El sexto en cambio tuvo mejores hechuras y un excelente tranco. Puerto le enjaretó una faena comunicativa dentro de un quehacer compuesto rematado en su parte final con adornosa que le permitieron contactar con el público. Al final Enrique Ponce salío a hombros de un coso que registró tres cuartos de entrada.