La alcaldesa de Espartinas se reunirá este jueves con Juan Antonio Ruiz Espartaco y Borja Jiménez, matadores de toros y vecinos de la localidad, para abordar la compleja situación que atraviesa la plaza de toros local, abandonada y vandalizada desde hace demasiado tiempo. Ambos toreros acudirán al despacho municipal acompañados del ganadero Victorino Martín, en su calidad de presidente de la Fundación Toro de Lidia, y de Julián Guerra, preparador y apoderado de Borja Jiménez.

Es la tercera reunión, precisa el propio Ayuntamiento espartinero en una nota de prensa, que se va a celebrar para reactivar lo que el consistorio denomina “Auditorio Plaza de Toros”. En la misma nota se explica que los planes municipales pasan por buscar “una colaboración pública privada que permita la rehabilitación de este inmueble y, con ello, la celebración de cualquier tipo de evento cultural, deportivo y de ocio, excluyendo los circos con animales, como recoge la Ordenanza de Convivencia de Espartinas”. Se entiende que los toros deben entrar en el apartado cultural…

“En este sentido, el consistorio espartinero está trabajando para publicar una licitación pública que permita la concesión administrativa para el mantenimiento y gestión de este inmueble municipal” señalan las mismas fuentes municipales precisando que “las condiciones del pliego aún se están rematando, pero incluirá como premisa que la rehabilitación del edificio corra por cuenta de la empresa concesionaria a cambio de su explotación durante un tiempo aún por determinar para celebrar cuantos eventos considere”.

“Nos alegramos de recibir este jueves a nuestros vecinos Juan Antonio Ruiz Espartaco y Borja Jiménez, figuras del toreo que llevan a gala ser espartineros. Es la primera vez que personas relacionadas de forma tan directa con la tauromaquia se ponen en contacto con este Ayuntamiento para preocuparse por la Plaza de Toros” ha señalado la alcaldesa socialista de Espartinas, Cristina Los Arcos, abogando por “llegar a un acuerdo que permita la rehabilitación del edificio para poder recuperarlo y ponerlo en valor, pudiéndose celebrar cualquier tipo de evento en él -excepto los excluidos en la Ordenanza de Convivencia- como siempre se ha defendido desde este Consistorio”.

Las autoridades municipales buscan implicar a una empresa concesionaria que aporte el gasto de rehabilitación del edificio, que podría alcanzar los 500.000 euros

La nota emitida por el servicio de prensa del Ayuntamiento de Espartinas aporta otros datos que podrían complicar esa reapertura, lastrada por el lamentable estado de conservación que arrastra el inmueble: “según las estimaciones de las dos empresas que se han reunido con el Ayuntamiento para interesarse por el Auditorio-Plaza de Toros, la apertura del inmueble cumpliendo con la normativa vigente y con todas las garantías para público y actuantes supondría un desembolso entre 300.000 y 500.000 euros” según señala un informe de la arquitecta municipal que achacaría estas taras “a defectos arquitectónicos importantes” que provendrían “en su mayoría de su construcción, debido a los numerosos cambios, muchos de ellos en contra de las recomendaciones de la arquitecta redactora del proyecto de la plaza de toros, como recogía en un informe realizado cuando se construyó el inmueble”. En ese sentido, apunta la alcaldesa, “estamos hablando de un edificio con problemas constructivos y un sobrecoste de más de 3 millones de euros. Se pasó del presupuesto inicial de 1,6 millones a los 5,1 millones que costó”. Más allá de esos presuntos fallos constructivos no se aporta dato alguno del deterioro derivado del abandono, la vandalización y el expolio del edificio. Tampoco de su coste.

En esa tesitura, el asunto se complica sine die. El Ayuntamiento deja claro en la misma nota, antes de reunirse con Espartaco, Victorino Martín y Borja Jiménez, “que no permitirá la realización de eventos de ninguna índole en tanto en cuanto no se solventen los defectos arquitectónicos del edificio y esté garantizada en todo momento la seguridad del público asistente y de los actuantes, sea cual sea la actividad”. La cosa está cruda.