Toros

Ferrera: “Este es un templo del toreo y uno viene a sacar lo mejor ”

  • Escribano se mostró “feliz" y aseguró que “estar aquí y vestirme de torero después de la cogida era mi meta"

Antonio Ferrera pasea la oreja conseguida

Antonio Ferrera pasea la oreja conseguida / José Ángel García

El diestro sevillano Manuel Escribano no pudo repetir la gesta del año pasado en la que indultó a Cobradiezmos, el toro del hierro de Victorino Martín. El torero de Gerena, que retornó a los ruedos en Valencia después de la terrible cornada sufrida el año pasado en Alicante, se marchó de la plaza tras matar a su segundo “con mucho coraje porque lo he matado mal con la espada. Durante la faena, el aire me ha afectado muchísimo. El toro iba muy despacio y le tenía que echar la muleta al suelo y aguantarle esos segundos. Ha sido toda una gozada torearle tan despacito y volver a escuchar esta plaza. Parecía que el muletazo se iba a parar de la pausa con la que iba”.

No fue la tarde de Escribano que recibió a su primero a puerta gayola y con al que calificó de “zorro”. “El toro ha estado midiendo, guardándoselo todo porque luego no ha querido coger de verdad. Le ha faltado bravura y nobleza porque al principio pensé que iba a tener toro porque humillaba bien. Es una pena que el toro no me haya ayudado porque esta plaza es única y sabia como ninguna” aseguraba el torero.

Por su parte, Paco Ureña, quien cortó una oreja a su primero astado, aseguró que “el toro de esta ganadería es muy especial y es difícil que mantenga una embestida de principio a fin. La gran virtud del todo ha sido humillar. En las ultimas fases de la faena, el toro lo ha dado todo y ha sido muy bonito aunque le he tenido que sacar los muletazos que buscaba y ha habido algunos que han sido buenos. También lo he matado bien. Los de Victorino tienen la magia de que cuando humillan y embisten llegan muy pronto a la gente”.

En el último de la corrida, Ureña no tuvo suerte y en uno de los lances, el Victorino llegó a agarrarlo de la taleguilla del traje de luces. “Se ha visto que no tenía opciones desde primera hora. Era un toro con cinco años y con mucho sentido. Lo que podía pasar era que me cogiese. Por lo menos me voy dándolo todo” aseguró el de Lorca.

Por último, el director de la lidia de esta sexta de abono, Antonio Ferrera, no tuvo suerte con su primer toro que se quedó sin fuerzas muy pronto. “He intentado estar por encima del toro y ponerle toda la entrega que al animal le faltaba. La cosa ha tenido buen aire y ojalá hubiese durado más con la inercia de la primera tanda. El toro se paró muy pronto a pesar de que lo hemos cuidado mucho en el caballo” comentaba al finalizar con su primer toro.

Con el segundo astado tuvo más suerte y pudo cortarle una oreja. Al terminar la faena, visiblemente emocionado, el torero habló a los micrófonos de Toros tv que “es complicado expresarse ahora mismo porque después de lo que hay que poner e imponer de tu corazón ante un animal que no te regala su sinceridad y que te la brinda con tu verdad. La intensidad de tu alma y de tu corazón está a flor de piel después de exponerla ante un toro que lo vendía caro todo. Ha tenido mucha emoción pero había que llegarle hasta su fondo y entregarse”.

También reconoció el diestroque “la afición ha estado muy metida en la faena y eso se ha palpado mucho. Ha tenido mucha paciencia para poder llegar a esos fondos. Estas son las verdades que no admiten dudas y uno hace lo que puede”. Por último, Antonio Ferrera comentó que “la Plaza de la Maestranza es un templo del toreo y uno viene con mucha ilusión de poder sacar lo mejor de uno mismo y poder triunfar”.

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