Juan Posada se doctora en San Isidro

especial san isidro | feria de 1952

Alternativa del onubense Posada con Litri de testigo El Duque de Pinohermoso, otro rejoneador anunciado en San Isidro Antonio Ordóñez y Manolo Vázquez, dos de los máximos triunfadores

Cartelería anunciadora de la feria de San Isidro en su sexta edición desde que Livinio Stuyck la inventara en 1947.
Cartelería anunciadora de la feria de San Isidro en su sexta edición desde que Livinio Stuyck la inventara en 1947.
P. Guerrero Huelva

19 de mayo 2016 - 01:00

Once festejos - crece en dos respecto al pasado año - conocerá el abono de esta temporada de 1952, en una feria que, a diferencia de todas las anteriores desde su nacimiento, no anuncia ninguna novillada en sus carteles, aunque sí lo hace de nuevo con un rejoneador anunciando en el festejo mixto que hace quinto en la feria al Duque de Pinohermoso con un novillo de su propio hierro.

Este San Isidro viene también protagonizado por esa matización del vacío que sus compañeros de escalafón vienen haciéndole a Antonio Bienvenida tras haber realizado éste a principio de año de unas declaraciones en las que denuncia el afeitado de la reses que torean las figuras. Reacción furibunda de Ordóñez, que capitanea la conjura contra Bienvenida, aunque en esta feria llegan a anunciarse juntos

La feria de San Isidro del 52 vivirá una nueva alternativa, la del onubense Juan Posada, que se incorpora al escalafón de matadores de la mano del madrileño Agustín Parra Parrita y de su paisano Miguel Báez Litri.

Fracasa la corrida de Alipio, que lidia cinco toros mal presentados, descastados y sin fuerza, remedándose la corrida con un toro del Conde de Mayalde, que hizo cuarto. Y con los toros se hundieron las posibilidades de lucimiento de los toreros.

"Juanito Posada apenas pudo esbozar unos lances y en la manera valiente como aguantó con la muleta en la izquierda la primera embestida del toro de su alternativa. Gesto de pundonor porque el de Alipio se venía vencido. Tanto, que al tercer muletazo el toro le enfrontiló y le derribó violentamente. (C.)

En su segunda actuación en la sexta de feria, el toricantano saborearía la salida por la Puerta Grande, junto a Aparicio, al cortar un total de tres orejas a su lote de la Viuda de Galache.

Miguel Báez Litri y Julio Aparicio se reparten tres tardes cada uno en la feria, aunque finalmente el madrileño terminaría con cuatro paseíllos al sustituir a Litri, herido en otro ruedo, en el último de los compromisos que el onubense tenía contratados en el serial. Con tres tardes cada uno se anunciaron también esa feria el rondeño Antonio Ordóñez, Manolo Vázquez y Juan Posada, torero con mucho ambiente en la plaza madrileña.

Manolo Vázquez y Ordóñez envían al desolladero sendos toros sin las orejas y Julio Aparicio se lleva un total de tres en el conjunto de su tres tardes la feria.

Con un Pablo Romero, ganadería que no ha faltado casi ningún año, el mexicano Juan Silveti también triunfa y abandona la plaza en hombros. Entre las anecdotas, por poco usuales, la del picador Chano González, de la cuadrilla de Jesús Córdoba, que da la vuelta al ruedo con su matador como reconocimiento a su labor en el tercio de varas.

stats