Justo Hernández. Ganadero

"Mantener una ganadería de lidia es un negocio inestable"

  • Es la única ganadería, con sus dos hierros –Garcigrande y Domingo Hernández–, que hará doblete en la Feria de Abril

  • En 2018, ‘Orgullito’, indultado, pasó a los anales de La Maestranza

Justo Hernández, de la ganadería Garcigrande-Domingo Hernández.

Justo Hernández, de la ganadería Garcigrande-Domingo Hernández. / Juan Carlos Muñoz

Justo Hernández, comedido, al que no le gusta dejarse notar vivió el año pasado un hecho trascendental en su carrera:dio la vuelta al ruedo en La Maestranza junto a El Juli, tras el indulto de su toro Orgullito. Una vuelta al ruedo en la que le animaba el torero a saludar por un éxito que quedó grabado para los anales de La Maestranza. Por supuesto, un indulto con polémica que el propio criador respeta. El ganadero, cuyo padre, Domingo Hernández, había muerto dos meses y medio antes del indulto, acude en esta ocasión con toros para dos festejos, una corrida con el hierro de Garcigrande y cuatro astados para una mixta con la divisa de Domingo Hernández.

–Justo, ¿qué hubiera sentido su padre ante el hecho histórico del indulto?

–Nunca se sabe. Está claro que hubiera sido muy bonito que hubiera vivido todo lo que sucedió en el ruedo.

–¿Cómo dejó la ganadería?

–En el mejor momento, arriba, en la élite y funcionando muy bien.

–¿Cuál fue la enseñanza personal más importante que le dio en la vida?

–La honestidad y la verdad. No sabía mentir.

–¿Y como ganadero?

–Ser lo más humilde y honesto posible.

–Usted ha dicho de ‘Orgullito’ que es un héroe...

–Lo normal es que un toro lidiado en Sevilla muera. Un toro indultado es un héroe, por supuesto que sí. Considero que todos los toros indultados lo son, al igual que los toreros.

–¿Reunía todos los requisitos para ser indultado?

–Por supuesto que sí. Yo acepto la polémica de aquellos que piensen que no era de indulto.

–¿Cree que el reglamento debe cambiarse?

–El reglamento sólo está para poner límites al público. La petición de indulto es una expresión del público que debería estar por encima de cualquier norma.

–Lamentablemente murió en octubre.

–Fue una sensación de impotencia y disgusto. Casi como si se hubiera muerto una persona querida. Era el referente de la ganadería. Me sigue doliendo hablar de eso.

–¿Ha padreado?

–Le echamos a las vacas muy pronto. Tiene cuatro hembras y un macho. Los machos los quemaremos para sementales.

–¿Qué le pareció la lidia de El Juli?

–Quiero agradecerles a todos los toreros que se ponen delante de nuestros toros. El Juli consiguió aflorar gran parte de las cosas positivas del toro. 

–¿Qué sintió al dar la vuelta al ruedo junto al torero?

–Sabía que era algo histórico. Sentía una vergüenza tremenda. Pero era algo único y me tenía que comportar bien. El Juli me regañaba para que saludara.

"Las dos corridas son muy de Sevilla y están muy igualadas en trapío. No hay diferencias entre ellas"

–¿Orgullito ha sido el mejor toro de su ganadería?

–Es el jefe. El toro de nuestra vida. Especial.

–¿Cuál es su tipo de toro ideal?

–Va evolucionando en la mente. Si fuese capaz de explicarlo, mañana ya tendría otro toro en mi mente. Para mí, ahora mismo, el toro ideal es Orgullito.

–¿Quién impone el tipo de toro:el ganadero, el torero, el público...?

–El toro, que hace lo que le da la gana. Es el que marca todo genéticamente. A mi no me da tiempo a pensar en soluciones en un tentadero.

–¿Cómo valora la suerte de varas?ç

–Es una parte fundamental del espectáculo. La suerte, bien hecha, ahorra muchas lesiones y problemas y facilita que el espectáculo sea bueno. Ahora hay grandes picadores.

–¿Es un buen negocio ser ganadero de lidia?

–Es un negocio muy inestable. Mantener una ganadería de lidia es un milagro. Estamos siempre en el filo de la navaja.

–¿Qué supone lidiar en Sevilla?

–Es una responsabilidad grandísima. Vengo con mucha responsabilidad e ilusión.

–¿Cómo son las dos corridas que trae este año?

–Son muy de Sevilla y están muy igualadas. No hay diferencias en trapío entre ellas.

–¿Qué toros destaca por reata?

–Todos y ninguno. Más bien ninguno. No se sabe nunca cómo va a salir un toro o una corrida. Con la de Garcigrande están anunciados Morante, El Juli y Perera y con Domingo Hernández, nuestro otro hierro, El Juli y Cayetano, en un festejo mixto con Diego Ventura. Son carteles para dejar de dormir. Para mí, como ganadero, de mucha responsabilidad.

–¿Cómo valora su corrida del año pasado?

–Cuando llegué a Sevilla me encontré muy raro por la reciente muerte de mi padre. Pasé mucho miedo. Luego, fue la gran tarde de nuestra historia en Sevilla. Algo irrepetible. Salí muy contento. Fue una sensación grata.

–¿Qué fue lo más destacado en 2018?

–Fundamentalmente lo sucedido en Sevilla y en Madrid, donde Castella salió a hombros. Yo de niño, en Las Ventas, me iba a ver a los toreros cuando salían a hombros. Y en Sevilla lo hago cuando atraviesan la Puerta del Príncipe.

–¿Cuántas corridas lidiará en 2019?

–Una veintena.

–¿En qué momento se encuentra su ganadería?

–Nunca se sabe. En la ganadería todo depende de la intuición que uno tiene.

–¿Y la Fiesta?

–Después de la vorágine política al mundo de los toros nos vendieron por votos. Ahora se están peleando todos por apoyarnos. Esta situación la debemos aprovechar.

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