Manzanares y Roca Rey cierran la Feria de Olivenza a lo grande

Andrés Roca Rey, quien desorejó ayer a su primer toro en Olivenza. / Efe
A. Castañares (Efe)

06 de marzo 2017 - 02:33

Dos orejas cada uno pasearon ayer los diestros José María Manzanares y el peruano Andrés Roca Rey en el quinto y último festejo de la feria de marzo de la localidad pacense de Olivenza, en una tarde en la que Morante de la Puebla rayó también a buen nivel pero sin obtener ningún trofeo.

José María Manzanares y el peruano Roca Rey salieron a hombros del coso oliventino al término de su quinta y última corrida de feria, y, si bien hay paridad en el resultado y triunfo, lo cierto es que lo que uno y otro hicieron en el ruedo no fue precisamente comparable.

Morante de la Puebla raya a buen nivel pero se marcha de vacío por el mal uso de la espada

El joven peruano metió el miedo en el cuerpo a un público que llenó los tendidos, en una faena de mucha disposición y entrega. Por su parte, el alicantino cortó sendos trofeos un punto ligeros, en lo que tuvo mucho que ver la benevolencia del público.

También es verdad que le faltó raza a la corrida de Victoriano del Río. Ese fue el denominador común de un encierro al que sólo salvó el comportamiento del tercero, gracias también a que Roca Rey no lo picó. Lo demás fueron embestidas sin transmisión, muy nobles, sí, pero de escasa emoción.

Morante toreó a su primero con primor a la verónica. Fueron tres lances, con el remate de la media, mecidos y de gran belleza. Con la muleta, sin redondear, construyó una faena llena de detalles en su toreo en redondo y en los remates de las series. El toro, muy reservón, no permitió más.

Pareció no gustarle al sevillano el cuarto porque dejó que lo picaran a conciencia. Pocas esperanzas había pero Morante se inventó a ese toro, al que cuajó muletazos sueltos de mucho contenido, llevándolo y acompañando con la cintura. En uno y otro oponente el mal uso de los aceros le impidió cortar trofeos.

Manzanares tuvo dos astados de poco empuje y entrega. Lo mejor de su actuación, el capote ante su primero, especialmente el quite por chicuelinas torerísimas, y la estocada recibiendo cobrada ante el quinto. Por lo demás, poco se prodigó el alicantino en sus faenas de muleta, algún pase estimable, con su empaque tan particular, y poco más.

El que sí tuvo una tarde estimable fue el peruano Roca Rey, del que hay que decir que no pica a sus toros. Tampoco es que les hiciera mucha falta a los del ganadero madrileño.

Al tercero le hizo una gran faena, puesto en ese sitio tan especial y difícil, en el que todos los toros embisten. Dos orejas paseó en la que fue una faena de mucha exposición, con tandas de mano baja y largo trazo. Poco pudo hacer ante el muy parado sexto, sólo llevarlo con suavidad, mimarlo, sin que aquello levantara el vuelo.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

ESPECIAL MATADORES 2025 (VI)

Roca Rey: un año vivido a contrapelo

Lo último