Mazzantini, un cordobés en busca de la alternativa
Comienza una nueva singladura con José Ibánez como apoderado
El novillero Manuel Fernández Mazzantini (Fuente Palmera, Córdoba, 1988) enfila una nueva etapa de la mano del torero retirado José Ibáñez. Ambos tienen como objetivo el salto del escalafón del espada andaluz. Ibáñez, quien fuera matador de toros y banderillero -actuó a las órdenes, entre otros, de Ortega Cano- afirma: "Vi a Manuel en Las Ventas el año pasado y, al igual que en Moralzarzal, me gustó. Tiene valor, buena figura y torea bien. Nuestro objetivo es que toree en Madrid y Sevilla y tome la alternativa en Córdoba. Antes, toreará en México".
Manuel Fernández explica, en primer lugar, por qué se anuncia con el apodo del legendario Mazzantini: "No soy familia suya. Me lo puso el matador de toros retirado Fernando Heredia en un tentadero en la finca Cantora. Comenzó a llamarme así porque dijo que le daba un aire a Mazzantini en la elegancia. Fue a partir de 2006, anteriormente me anunciaba con mi nombre y apellido". Y en cuanto a si su manejo con la espada dista mucho de aquel maestro, uno de los mejores estoqueadores de la historia, responde: "En eso, de momento, estoy muy lejos. Sí es cierto que desde hace unos años, la espada entra. Cuando comencé era muy malo en la suerte suprema". Unos comienzos, sin antecedentes profesionales en su familia, en los que se adentra "por pura afición. Fui a la Escuela taurina de Écija, con Pepe Luis Vargas de profesor, cuando yo tenía catorce o quince años".
El novillero, que tiene como diestros referentes a "Finito de Córdoba, el primero; y, luego, Uceda Leal" considera que su estilo "anda por ahí. Siempre me han dicho que tengo el concepto amanoletado y eso es un orgullo. Yo siempre he toreado derecho".
Con respecto a su último apoderamiento, relata: "Últimamente me representaba José María Moreno, alcalde de Moralzarzal y estaba muy liado. Ibáñez, como matador y por haberse puesto delante del toro, es una persona que le respetan y, además, tenemos el mismo concepto en cuanto a los toreros que nos gustan".
El novillero, en su balance de su campaña anterior, explica: "Toreé nueve tardes, la mayoría en plazas de la provincia de Madrid, como en Moralzarzal, donde repetí tras quedar como triunfador. Una de ellas fue en Las Ventas, donde no estuvimos mal. Y en total he sumado 59 festejos sin picadores y 43 novilladas novilladas picadas", dentro de una carrera en la que destaca como más significativo su capacidad de superación: "Cuando me he visto abajo he conseguido remontar y entrar en las ferias importantes de novilladas".
Ahora, cuando está a punto de comenzar la temporada 2014 tiene como objetivo "tomar la alternativa en Córdoba. Me haría mucha ilusión. Y entrar en Sevilla. No he hecho el paseíllo en la Maestranza y me gustaría hacerlo antes del doctorado". Ya puestos, le invitamos a que nos desvele el cartel de sus sueños: "Mi cartel soñado de la alternativa es Finito de padrino y Morante de testigo, con toros de La Palmosilla, en el coso de Los Califas".
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