Padilla, en la México, cogido de nuevo de manera dramática

El segundo toro de su lote cogió feamente a Juan José Padilla, que volvió a la lidia con coraje y cortó una oreja.
El segundo toro de su lote cogió feamente a Juan José Padilla, que volvió a la lidia con coraje y cortó una oreja.
Efe / México D. F.

18 de febrero 2014 - 01:00

El diestro Juan José Padilla y los toreros mexicanos Fabián Barba y José Mauricio cortaron sendas orejas en la vigésima corrida de la temporada celebrada en la Monumental Plaza México, en la que el también mexicano Alfredo Gutiérrez, sin suerte en el sorteo, se fue de vacío.

Con una entrada calculada en unas siete mil personas, se lidiaron ocho toros pertenecientes a la ganadería de La Soledad, desiguales en presencia, tipo y condiciones de lidia, siendo los mejores primero, cuarto y quinto, éste aplaudido en el arrastre.

Juan José Padilla tuvo el mejor lote en sus manos. Estuvo muy bien ante el primer astado con capote, banderillas y en una faena tranquila y torera. Lástima que no acertó con el acero y le impidió cortar una oreja.

Con el quinto toro, el de menos presencia pero el mejor en cuanto a condiciones, el jerezano estuvo superior con el capote y las banderillas. Sufrió un feo percance al iniciar la faena y resultó con una pequeña herida en la barbilla. Tras el percance, se levantó hecho un león y desplegó una labor dramática, quizá faltándole un poco de temple. Mató de un pinchazo y una estocada y fue premiado con una merecida oreja.

Alfredo Gutiérrez no tuvo buen lote. El segundo no tenía opciones y un poco más el sexto. El público quedó con la firme convicción de que al torero le faltó poner más entusiasmo en su labor, pelearle más a sus enemigos. Silencio y pitos.

Fabián Barba estuvo en torero con una faena de mucho mérito al tercero que metió en la muleta y fue de menos a más. Mató de estocada y recibió una oreja.

Con el séptimo toro de la tarde, Barba siguió en el mismo plan y el público le ovacionó su buena voluntad. El diestro mexicano hizo notar el buen momento por el que atraviesa.

José Mauricio salió dispuesto a triunfar. Con una actitud firme y desplegando una valentía que no sembró dudas. Muy bien ante el cuarto astado, al que toreó muy bien con el capote. Con la muleta realizó una faena que caló mucho en los tendidos. Mató de estocada y le concedieron una oreja.

Con el octavo, que cerró plaza, un toro que se rajó y dio pocas posibilidades, José Mauricio se manifestó otra vez seguro y firme en su actuación. Finalizó de estocada y varios descabellos y escuchó palmas.

El picador Gabriel Meléndez fue muy ovacionado por un gran puyazo al sexto toro y el subalterno Christian Sánchez saludó desde el tercio tras dos excelentes pares de banderillas al séptimo.

El director de lidia, Juan José Padilla, fue curado en la enfermería tras matar al quinto y volvió al ruedo en el séptimo toro.

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