"Lo logrado en Las Ventas no ha servido y me siento desmotivado"

Mario Diéguez. Novillero

El novillero coriano Mario Diéguez, en un natural en un tentadero.
El novillero coriano Mario Diéguez, en un natural en un tentadero.
Luis Nieto

18 de julio 2013 - 01:00

El novillero Mario Diéguez (Coria del Río, 1985) debutó el pasado domingo en la Monumental de Las Ventas dando una vuelta al ruedo y recibiendo críticas muy positivas de su actuación.

-Mario, ¿qué efectos ha tenido este toque de atención?

-De momento, en contratos, nada. Por parte de la empresa de Madrid me han asegurado que me dejan las puertas abiertas para volver.

-Llegaba con tan sólo cuatro novilladas picadas a su presentación.

-Así es. No había toreado nada este año y la de Madrid es la quinta novillada desde que debuté con picadores en la temporada 2009.

-Han elogiado de su toreo una acusada personalidad.

-A mí me gusta el toreo clásico, el puro, el de arte. Uno interpreta lo que sabe. Las copias no gustan. Mis toreros predilectos son Morante de la Puebla, Rafael de Paula y José María Manzanares.

-¿Cómo fueron sus faenas y los novillos de La Guadamilla que lidió?

-El primero embestía bien y luego se quedaba paradito. El otro, más potable, repetía. Ahí disfruté mucho más con mi toreo; dejando puesta la muleta y tirando de él.

-Ha incorporado a su equipo a Curro Sierra...

-Además de amigo es una de las personas que más fuerza hizo para que pudiera torear el domingo pasado en Madrid, gracias a su amistad con Juan Cubero, quien fue su apoderado. Es un acuerdo sin contrato, al igual que con Jean Gilvert. Hasta finales del año pasado también estaba El Coli.

-Hace algo más de un año me decía en una entrevista que esperaba debutar en Sevilla.

-No me ha dado opción la empresa. Nunca he toreado con picadores en la Maestranza.

-Lo de Madrid le habrá inyectado moral.

-Estoy contento, pero no le veo repercusión. Hice un esfuerzo y estuve a punto de cortar una oreja. Lo logrado en Las Ventas no ha servido de momento, no tiene la repercusión esperada y me siento desmotivado. Mi carrera es bonita, de lucha, pero también se aburre uno de ello.

-¿Cómo le afecta?

-Vas a los sitios, estás bien y no toreas. Esos frenazos duelen y pesan. No he toreado en ninguno de los ciclos importantes. Por ejemplo en Arnedo, Arganda o Algemesí.

-¿A qué se aferra para continuar entrenando?

-La gente piensa que hay que tener suerte. Pero yo opino que lo que hay que tener es mucha afición, ilusión, entrega y disposición. Lo que más me motiva es la afición. Si fuera por los contratos, ya lo habría dejado. Lo que me gusta es pegarle a un toro veinte pases.

-¿Cómo es una jornada suya de preparación?

-Por la mañana corro por los pinos y por la tarde, con mi banderillero Leonardo Palacios, toreo de salón. Y cuando tengo opción, como sucede estos días, tengo que trabajar. Soy pintor de brocha gorda y de rodillo.

stats