Una terna acomodada decepciona en la novillada de Madrid
Gómez del Pilar, Cuartero y Escobar, de vacío en festejo perteneciente a la liguilla veraniega en Las Ventas · Encierro con posibilidades de Conde de Mayalde
GANADERÍA: Novillada de Conde de Mayalde, en conjunto bien presentada, sin nota en el caballo, dio un juego variado, con varios ejemplares más que potables para el lucimiento, especialmente los dos primeros. TOREROS: Gómez del Pilar, de rosa y oro. Dos pinchazos y estocada (saludos con protestas). En el cuarto, tres pinchazos y estocada (silencio tras aviso). Miguel Cuartero, de rosa y oro, que debutaba. Estocada (saludos tras petición minoritaria). En el quinto, pinchazo y quince descabellos (silencio). Alberto Escobar, de rosa y oro, que hacía su presentación y debutaba con picadores. Pinchazo y estocada (silencio tras dos avisos). En el sexto, pinchazo y estocada (silencio). INCIDENCIAS: Plaza de toros de Las Ventas. Domingo 18 de julio de 2010. Un tercio de entrada.
En tiempos en los que están desapareciendo los festejos menores de los pueblos, los novilleros apenas tienen oportunidades. Se juegan su futuro -como apuntaba en una entrevista ayer, domingo, Antonio Jesús Espaliú- en plazas como la Maestranza o Las Ventas. Precisamente, en el Monumental coso madrileño, actuarán próximamente, dentro de la liguilla veraniega que se celebra, el citado novillero coriano y el sevillano Luis Martín Núñez.
En el encuentro celebrado anoche, la terna compuesta por Gómez del Pilar, Miguel Cuartero y Alberto Escobar, apenas si dejaron huella ante un encierro de Conde de Mayalde, bien presentado y que ofreció posibilidades para el éxito por su juego; principalmente los dos primeros novillos.
Gómez del Pilar, el más placeado de la terna, tuvo en primer lugar un novillo muy noble, repetidor y humillador. El madrileño voló bien el capote a la verónica. En la muleta, faena a menos, que comenzó en la distancia larga, en los medios, con dos series entonadas con la diestra. Con la izquierda no rayó a buena altura. Tampoco estuvo acertado con la espada. Ante el cuarto, aplomado, volvió a apuntar buenas maneras con el capote. Apostó por un trasteo en cercanías, que cerró con unas manoletinas; sin que la labor calara en el público.
El maño Miguel Cuartero, que debutaba en Las Ventas, se las vio en primer lugar con un novillo mansote y noblón, al que se enfrentó fuera de cacho. No consiguió convencerse de la bondad del astado. Con el manejable quinto, al que le castigaron en exceso en el tercio de varas, anduvo espeso con la muleta y dio un mitin con el verduguillo.
Alberto Escobar, que además de estrenarse en Madrid, debutaba con picadores, está todavía muy verde. En su primero estuvo a punto de escuchar los tres avisos. Abusó de torear despegado y echar al novillo hacia fuera. Ante el que cerró plaza, un astado molesto por su calamocheo, pero manejable, careció de recursos y anduvo a la deriva, toreando de nuevo de manera desceñida.
En definitiva, la terna no aprovechó el material y decepcionó, en gran medida, por su falta de garra y ambición.
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