No faltan buenos títulos entre las propuestas surgidas de los creativos que conforman Supergiant Games: Pyre, Transistor y Bastion (posiblemente este último el que les aportó nombre y fama mundial antes de su último lanzamiento). Pero con Hades se han superado: fue uno de los videojuegos mejor valorados por crítica y público en 2020 y recibió prestigiosos premios del sector. Y eso que sólo estamos hablando de la versión para PC y Switch, las dos únicas que se lanzaron originalmente.

Una adaptación que tenía que llegar

El 13 de agosto de 2021 se lanzará para el resto de plataformas (incluidas las de nueva generación) y lo hará a lo grande, presumiendo de vídeo en alta definición (4K para PlayStation 5 y Xbox Series S/X) y de 60 frames por segundo constantes. Eso sí, no esperes muchas más novedades, salvo la fidelización de los mandos a las nuevas consolas de Microsoft y Sony, además de una edición física que contiene la banda sonora e impresiones del juego y sus protagonistas; quizá un poco menos de lo que sus fans podían esperar.

Sin embargo, no escapa a Supergiant –ni a nadie– que el hecho de lanzar este videojuego para consolas de sobremesa de la anterior y nueva generación abre la puerta a millones de personas que jugarán a Hades por primera vez y, de hecho, están de enhorabuena, porque se van a encontrar una propuesta fresca, divertida y adictiva, posiblemente con el mejor juego del año.

¿Qué es un 'roguelike'?

Explicar Hades sin entrometernos en el género roguelike es imposible. Pero lo bueno es que explicando uno comprendemos los dos. Hades es un videojuego que tiene reglas muy precisas sobre sus mecánicas. Un roguelike debe cumplir tres preceptos: sus escenarios y enemigos están divididos en salas independientes y deben crearse proceduralmente, es decir, que nunca jugaremos dos partidas iguales, ya que el programa reinventará cada escenario una vez que pasemos por él.

El segundo precepto es que morir en un juego roguelike nos dolerá mucho más que en otro juego, ya que no existen puntos intermedios de guardado y tendremos que volver a comenzar, aunque eso sí, cada vez más poderosos y con referencias de ciertos rivales y gestión de nuestro inventario. Es como si se tratase de esas películas en las que el día se repite (pero con variaciones) una y otra vez, donde el único cambio es que nosotros mejoramos, aprendemos, evolucionamos y con ello avanzamos un poco más con cada intento.

Por último, los roguelike se basan precisamente en un sistema de evolución del personaje que nos permite ser cada vez más poderosos, rápidos y duros, golpear con más fuerza y obtener mejores recompensas.

Escapar del inframundo

En cuanto al juego, en Hades nuestro alter ego debe escapar del inframundo y para ello tendrá que acabar con los enemigos de cada sala que vamos recorriendo de forma rápida y eficaz, con el arma que elijamos entre las muchas disponibles. Cada enemigo requerirá un tipo de ataque distinto y no recibir daño se convertirá en vital, así que adoptar una estrategia diferente por enemigo y aprovechar las mejoras de forma inteligente, nos ayudará a crear nuestra propia estrategia que se irá definiendo en la medida que mejoramos las diferentes características de nuestro personaje.

Hades es un juego rápido, pero deja el tiempo suficiente para analizar nuestros enemigos y probar diferentes tácticas. La lucha contra los jefes finales es su mejor ejemplo.

Dioses y héroes

Las constantes referencias a la mitología griega, con dioses y héroes que ofrecen armas y nuevas habilidades, seguro que hará las delicias de los fans por la cultura helena. El resto de jugadores disfrutarán de un videojuego con un apartado gráfico colorista, bien estructurado, con cierto aire incluso cinematográfico, donde las frases del protagonista van desvelando sus sentimientos, la historia del juego y la relación entre los personajes. Por supuesto, todo ello aliñado de buen humor y de una jugabilidad a prueba de iras divinas. Así de simple, Hades es un imprescindible en el catálogo de cualquier poseedor de videoconsola o PC.