Adolfo Domínguez apuesta por Sevilla

Acompañado de su hija, Tiziana, Adolfo Domínguez se mostraba exultante en su emblemática tienda sevillana Ciudad de Londres. Un emplazamiento que, desde el centro de la ciudad, ofrece la producción de la firma del diseñador para un público que, según sus palabras, es fiel seguidor de su obra. "Aquí cuento con una clientela bastante importante aunque, la verdad, se nota bastante la diferencia entre el comprador del norte y el del sur", comentaba Domínguez. "Todo se debe a los matices climáticos y culturales que provocan el que los andaluces gasten más en ocio y, más arriba, se invierta más en el vestir", continuaba un patrono que, en la actualidad, puede presumir de contar con 657 puntos de venta en todo el mundo.

"A pesar de que el panorama es complicado desde hace cuatro años -en los que arrastramos los errores de las últimas dos décadas-, nuestra firma sigue adelante. Estamos centrados en nuestra expansión internacional. Acabo de venir de Bogotá y Nueva York y, hasta ahora, no hemos dejado de incumplir ningún pago, con lo que podemos sentirnos contentos. Soy mercader, tendero. Mi misión principal es lograr que, en una década, Adolfo Domínguez sea, aunque sea de bolsillo, una multinacional. Nosotros estamos obligados a organizar la vida económica. No sólo damos puestos de trabajo y, por tanto, salarios sino que, más allá, generamos plusvalías que, desde el Estado, se invierten en otros sectores como el de la cultura. Una sociedad cuya clase empresarial no funciona, es pobre".

Satisfecho de la relación calidad-precio de sus productos, el protagonista de la velada incidió en la implicación con el medioambiente que, desde siempre, ha mantenido en su trayectoria. "Insistimos mucho en que el patronaje sea bueno y, para ello, no nos importa realizar, como solemos hacer, pruebas a tres mujeres distintas para que el resultado sea impecable", explicaba la mencionada Tiziana bajo la mirada atenta de un progenitor que, a la hora de trabajar, da mucha libertad al equipo que le rodea. "Me gusta tener gente joven conmigo porque, de esa forma, estoy más conectado con la actualidad", confesaba un visionario responsable de haber lanzado el primer perfume en nuestro país con su propio nombre famoso artífice de legendarias frases para la historia como aquella de "La arruga es bella".

En cuanto a su relación con la capital andaluza, el creador admitió la pasión que nuestras calles y monumentos le provocan. "Soy de los que se patean los sitios por los que pasa y vosotros habéis tenido el talento de conservar vuestra historia. He subido al último piso del nuevo establecimiento y me he maravillado de ver monumentos como la Giralda o la Torre del Oro". Una panorámica ésta que el gallego ha podido disfrutar tras una cara e intensa rehabilitación de varios años gracias a la cual se ha recuperado un edificio de tres plantas al que, pronto, se incorporará la terraza como lugar de usos múltiples y que constituye, en sí mismo, un atractivo añadido al de conocer, de cerca, una producción de moda que marca tendencia.

Adolfo Domínguez comparte más vínculos que los empresariales con Sevilla, puesto que su nombre es el mismo de un recordado poeta de la ciudad como es Gustavo Adolfo Domínguez Bastida, para la posteridad Gustavo Adolfo Bécquer. Escritor, como él, de una novela y una obra de teatro -ambos de bastante éxito-, el diseñador confiesa que el día que se retire de su profesión aprovechará para concluir un libro en el que se encuentra inmerso y que, de momento, no parece tener final.