Por un Brasil sobre Ruedas

Desde que esta ONG fue fundada hace un año por un sevillano, más de 90 personas discapacitadas y con recursos limitados de Salvador de Bahía han recibido una silla de ruedas o un aparato ortopédico

Por un Brasil sobre Ruedas
Por un Brasil sobre Ruedas
Ana Fernández

31 de julio 2011 - 01:00

Salvador de Bahía, capital del estado de Bahía (Brasil) y primera capital del Brasil Colonial. Una joven de 24 años habita en esta atractiva pero caótica metrópoli de unos tres millones de habitantes. A pesar de estar rodeada por el mar, esta joven no lo ha visto hasta hace apenas un año, cuando la ONG Brasil sobre Ruedas le dotó de la silla de ruedas que siempre necesitó debido a su discapacidad. Así, pudo salir de la cárcel en la que se ha convertido su humilde hogar. Como ella, cientos de personas minusválidas, que carecen de recursos económicos en este país, se ven enclaustradas en sus casas ante la falta de una silla con la moverse o una prótesis con la que intentar llevar una vida normal.

Viajero incansable, tras numerosas visitas a este país, Quique Gutiérrez, presidente de esta asociación benéfica, percibió esta realidad y, hace un año, fundó Brasil sobre Ruedas. "Yo voy en silla de ruedas y, por este motivo, siempre me fijo en las infraestructuras y en la falta de las mismas. Allí, comprobé, además, que muchas personas se ven impedidas al carecer de prótesis y sillas que les permitan moverse o ser movidos, y por eso decidí ayudarles y crear la asociación".

Hasta hoy, unas 90 prótesis han sido repartidas en la zona de Salvador de Bahía, gracias a la intervención de la ONG, que colabora directamente con dos entidades locales. Por un lado, el Centro Hospitalario José Silveira, que facilita su sede para el almacenamiento y adaptación de las sillas, así como su distribución entre las personas necesitadas que acuden a este centro; y, por otro, la Fundación Pierre Verger, que ayuda en la distribución de las sillas a discapacitados de su entorno.

Desde que comenzará la labor de Brasil sobre Ruedas en julio de 2010, 150 personas se han asociado a la ONG. "La cuota mensual es tan sólo de 3 euros, aunque son muchos aquellos socios o colaboradores que ofrecen aportaciones económicas para la compra del material", explica Gutiérrez. Un material que prefieren comprar en Brasil al resultarles más económico que transportarlo desde España, y que en su obtención cuenta con la facilidad añadida de las más que frecuentes estancias del presidente de la asociación en la ciudad que le encandila, Salvador de Bahía. "Ahora, estoy totalmente volcado en mi tarea de gestión de la entidad y de darnos a conocer aquí y allí para recibir el máximo de los apoyos. Este verano viajaré hasta Brasil. A lo largo del año paso de ocho a nueve meses allí".

En un país con alrededor de 200 millones de habitantes, la pobreza está más que latente. Una población con recursos limitados que, en caso de poseer alguna discapacidad puede tener que llegar a esperar por una silla de ruedas hasta dos años.

"El sueldo mínimo en Brasil es de unos 230 euros", cuenta Quique Gutiérrez, que añade: "Lo mínimo que cuesta una silla, la más básica y sin ningún tipo de adaptación, es 150 euros. Lo normal es que ronde entre los 600 y los 1.000 euros".

Entre los casos críticos que ha resuelto Brasil sobre Ruedas, destaca su presidente, se encontraba el de una anciana que llevaba cinco años sin salir de casa por no poder andar.

Brasil sobre Ruedas centra su foco de atención, especialmente, en los menores. "Niños que nacen con cualquier tipo de atrofia o discapacidad y que sus madres los transportan en brazos hasta que el peso se lo impide. Intentamos llegar a ellos para que no se queden en cama de por vida".

Las entregas de las sillas, "momentos muy emotivos", pueden verse a través de las fotografías que se cuelgan en la web de la ONG, donde también puede asesorarse aquel que desee aportar su grano de arena a la causa.

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