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'El Hijo del Hombre', un espectáculo cofrade único
Cultura de cuaresma
El teatro auditorio Riberas del Guadaíra ofrecerá una función teatral sobre la Pasión de Jesús, 'El Hijo del Hombre', este sábado 9 de marzo a las 19:00, enmarcado dentro de la programación cultural para la Cuaresma de 2024
La obra, del autor estepeño Manu Fernández, parte de una idea inicial aparentemente sencilla: volver a narrar, una vez más, la vida e historia de Jesús de Nazaret
Estamos en cuaresma y ya huele a incienso, aroma que prepara el ambiente a los apasionados de la Semana Santa para volver a su esquina preferida, al lugar de reencuentro con sus hermandades y cofradías. Y la cultura se suma a esta cuenta atrás de la semana grande andaluza.
Así, el espectáculo cofrade teatral, El Hijo del Hombre, realiza este próximo sábado 9 de marzo una nueva escala en la provincia de Sevilla, a las 19:00, en el teatro auditorio Riberas del Guadaíra (en Alcalá de Guadaíra), después de su éxito en la capital cordobesa, presentando una nueva dramaturgia más íntima y proponiendo una experiencia cultural que lleva el sobrenombre de 'La Luz de la Palabra'.
La obra ya se estrenó el pasado año –en el Gran Teatro de Córdoba– con un grandioso montaje y exitosa audiencia. En su concepción original, fusionaba cine, teatro, arte y música cofrade en directo, con guion del director estepeño, Manu Fernández. La dirección artística recae, en esta segunda temporada, en el cordobés Rafael López.
Tras una exitosa gira de Cuaresma 2023 por toda Andalucía, se ha apostado en este año por ofrecer una versión más íntima (sin la parte cinematográfica), para su puesta en escena, teniendo en cuenta los monumentos más destacados de nuestro patrimonio nacional. Emulan, ahora, en la escenografía los orígenes del teatro medieval que se realizaba en las iglesias, catedrales, plazas y principales enclaves de las ciudades.
Multinarración
Hasta 17 personajes distintos emocionarán al espectador con una nueva versión de la Pasión de Jesús, narrada como nunca antes se había contado. La historia más conocida del mundo, se escenifica sobre las tablas con los personajes más influyentes (Jesús, María, Pedro, Juan, María Magdalena, La Verónica, Longinos, Judas, Pilatos, Herodes, Caifás, Barrabás o el Pueblo Judío, entre otros), que nos relatan, en primera persona, pensamientos y motivaciones que le llevaron a defender o traicionar a Jesús de Nazaret.
La puesta en escena brinda homenaje, igualmente, a grandes maestros de la pintura a través de una selección de cuadros de Francisco de Goya, Diego de Velázquez o El Greco, pertenecientes a la colección del Museo del Prado.
La música, indispensable
Otro componente inseparable de la Semana Santa, es su música. Y, como no podía ser de otra manera, la obra cuenta con su propia banda sonora original, compuesta por el compositor francés Grégoire Lourme. Sin embargo, para la parte teatralizada, se incorpora música cofrade en directo, pudiendo disfrutar de una gran selección de piezas conocidas con arreglos de la directora musical del proyecto, la también estepeña Carmen María Pérez Mata; las piezas serán interpretadas por ella al piano; Teresa Bartolomé López, al violín; Irene Ru, a la viola; y Francisco Javier Robles Fernández, al fliscorno y la trompeta.
Según Pérez Mata: "La música de El Hijo del Hombre es la fusión entre la belleza de nuestra música cofrade y la emoción, sentimientos y vivencias de cada uno de los personajes que narran la historia. Hemos coordinado melodía y armonía, de una parte, y texto, de otra, para conseguir que actores y música sean un solo elemento, una única emoción".
Para ello, detalla la también pianista, "contamos con la delicadeza del violín, la perspicacia de la viola, la fuerza de la trompeta y la solemnidad del piano. Cuatro instrumentos muy diferentes, a priori, de extraña conjunción, que dotan a la obra de una riqueza tímbrica, ambiental y musical maravillosa".
La música en directo, interpretada con piano, violín, viola y trompeta, es uno de los valores más destacados por los espectadores
Durante la representación, el público podrá sentir la dulzura de la Verónica en las cuerdas del violín, transportarse a la fortaleza Antonia de Pilatos en las rítmicas llamadas de trompetas o disfrutar de las ambivalencias de Barrabás con la batalla del cuarteto completo.
La dirección de El Hijo del Hombre, con Manu Fernández al frente, ha optado por seguir un rigor histórico, dando prioridad a la idea de ofrecer un valor añadido al espectador y proponer la posibilidad de realizar exposiciones de índole cultural de manera paralela a la gira de esta apasionante obra muy bien recibida por público y crítica.
Sinopsis
Esta obra es diferente, en palabras de su director, Manu Fernández porque "el espectador es recibido en el teatro con una escenografía que pretende convertirse en una singular obra de arte. Cuadros de Velázquez, Murillo, Goya o el Greco, nos narran a través de la inspiración del color, el nacimiento, muerte y resurrección de Jesús, los momentos más trascendentes para cualquier cristiano". Es, prosigue, "como si la obra se contase desde el interior de un cuadro. La palabra del testimonio de cada uno de los personajes, es alumbrada por la luz de unas velas, que envuelven al público en un ambiente íntimo, casi secreto, abriendo y preparando los sentidos para la emoción del descubrimiento del relato de los sentimientos y la verdad, de los seguidores y detractores de Jesús de Nazaret. Una suerte de juicio en la que el espectador recibe el argumento de las partes".
Así, la historia es narrada como nunca se había hecho hasta ahora. Todos los personajes que tuvieron un protagonismo determinante en la Pasión de Jesucristo nos ofrecen su versión de los hechos contada en primera persona. El relato se plantea como un juicio que cuenta con el testimonio de una parte de los amigos íntimos del maestro (su madre María, los apóstoles Pedro y Juan, María Magdalena, la Verónica' Juan el Bautista y el centurión Longinos); y, de otro lado, las personas que le traicionaron o no hicieron lo suficiente por salvarle (Judas, Pilatos, Caifás, Herodes, Barrabás y el pueblo judío). Alternativamente se irán escuchando los argumentos de ambos lados y el espectador se convertirá, sin pretenderlo, en un miembro del jurado del proceso judicial más injusto y manipulado de la historia.
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