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Guía para visitar el Parque de María Luisa sin perderse un detalle

Imagen de la Glorieta de Bécquer en el Parque de María Luisa

Imagen de la Glorieta de Bécquer en el Parque de María Luisa

El Parque de María Luisa sigue siendo un deleite para sevillanos y turistas de todas partes del mundo. Este lugar idílico siempre es uno de los más visitados tanto por su belleza como por su gran extensión para la práctica de deporte, e incluso para pasar un día de desconexión en plena naturaleza.

Fue declarado en 1983 Bien de Interés Cultural dentro de la categoría Jardín Histórico. Su nombre se debe a su inauguración el 18 de abril de 1914 por parte de la Infanta María Luisa Bernarda. De sobra es conocido que contiene la espectacular Plaza de España, pero existen numerosos elementos dentro de este parque urbano sevillano que pueden resultar desconocidos tanto por autóctonos como por sus visitantes turísticos. Descubre todos los secretos de este tesoro sevillano.

Paseando por la Glorieta de Bécquer hasta la Plaza América

El Parque María Luisa es considerado uno de los pulmones verdes de la capital hispalense y es que no en vano cuenta con 34 hectáreas de numerosa y extensa variedad vegetal, así como vastas zonas de hierbas. Sus glorietas y plazas siguen deslumbrando a sevillanos y turistas, como es el caso de la Glorieta de Bécquer, monumento dedicado al ilustre poeta sevillano del Romanticismo y que se ha convertido en un lugar casi de peregrinaje. Cuenta con las esculturas de tres mujeres, representando el amor pasado, el amor poseído y el amor que se pierde; además de un hombre con un rictus de dolor, símbolo del amor herido, y un Cupido que representa el amor que daña.

El monte Gurugú es otro de los rincones más visitados de este parque urbano y debe su nombre al macizo de Melilla. Desde su máxima altura se puede contar con unas de las mejores vistas del propio parque. La Isleta de los Pájaros cuenta con una fauna propia que sorprende a todos los visitantes, ya que en su estanque puedes observar pavos reales, cisnes y patos. Dicen las leyendas que fue justo aquí donde el rey Alfonso XII se declaró a María de las Mercedes. Siguiendo con nuestro recorrido encontramos la fuente de mayor antigüedad del parque: la Fuente de las Ranas. En ella podemos observar hasta ocho ranas cuyos chorros apuntan hacia un pato sobre una tortuga que se erige en el centro. Es tal la belleza de este monumento que ha servido de inspiración a numerosos sevillanos a lo largo de la historia para sus propios patios.

Tampoco podemos dejar de destacar la Glorieta Hermanos Álvarez Quintero, en honor a los célebres escritores y que cuenta con un estanque y dos bancos decorados con azulejos donde aparecen retratados junto a los títulos de sus obras. La Plaza América es uno de los tres edificios de Aníbal González para la exposición Iberoamericana de 1929 y que cuenta con tres edificios y la Fuente de las Palomas. Y si hablamos del Parque María Luisa no podemos dejar de nombrar la archiconocida Plaza de España, patrimonio en sí misma y uno de los lugares más emblemáticos de la capital andaluza.

En nuestro paseo por el parque urbano también encontraremos el Museo Arqueológico, situado en el antiguo Pabellón Mudéjar. Además de la belleza de su construcción en su interior podemos disfrutar de bustos de emperadores y piezas del Paleolítico. La Glorieta de San Diego cuenta con tres esculturas que suelen pasar desapercibida, pero que es digna de pararnos a admirar. Está realizada por tres figuras, la central simbolizando a Hispania con un escudo de armas de la corona española; a su derecha la figura representa la riqueza de espíritu y la de la izquierda la material. Para concluir, no podemos abandonar el parque sin contemplar la Glorieta de Aníbal González, justo frente a la Plaza de España. Un monumento en torno a uno de los arquitectos más prolíficos de la propia ciudad sevillana. 

 

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