Salir a comer: Personalidad en la cocina de Victoria 8

VICTORIA 8

Una pintura que bien podría ser una fotografía es lo primero con lo que se topa la mirada cuando uno atraviesa la puerta de Victoria 8. Lo segundo, probablemente, será la sonrisa de Begoña Barquín Molero que, junto a su marido, José Juan de la Chica Ramírez, dirige un restaurante que aspira a hacer sentir como en casa a cada cliente que lo elige.

En agosto se cumplen cinco años desde que Victoria 8 (toma su nombre del número y la calle en los que se ubica) abrió al público en el barrio de Triana. "Siempre me había dedicado al sector de la hostelería pero nunca había tenido un negocio propio en el que hacer las cosas a mi manera", cuenta Begoña, que añade que la base de la cocina de Victoria 8 es "materia prima de calidad, sabor casero y recetas tradicionales". En esta línea se mueven algunos de los platos que forman parte de la carta del local desde sus inicios. Es el caso del solomillo de buey, la cola de toro o las alcachofas naturales con foie.

Pero si la cocina casera es la pasión de Begoña, la constante búsqueda de nuevas posibilidades es la obsesión de su marido. Gran aficionado a la gastronomía, José Juan se enfrenta a nuevos platos "de la misma manera que uno se enfrenta a una pintura". Su espíritu inquieto ha hecho posible que ingredientes tan sencillos como el pan, la anchoa o el salmorejo den vida ahora a La Barquita, una de las nuevas recetas del local. No en vano, el empresario ha hecho suya la máxima de que un plato debe seducir a la vista antes de conquistar al paladar.

Desde primera hora de la mañana -el restaurante abre al mediodía y no cierra "hasta que se ha marchado el último cliente"- todo el equipo que conforma Victoria 8 se afana en preparar cada detalle. "Nosotros queremos que quien nos visite se sienta como en casa", dice Begoña. La decoración, la mantelería y el servicio personalizado forman parte de cada receta, de cada plato que se sirve en el restaurante.

También la "honestidad", como apunta la propia Begoña, es otro ingrediente que no falta en su cocina. "Queremos que cualquiera se sienta a gusto, ya sea tomando una tapa, cenando con su familia o disfrutando de una copa de vino". Por eso, la carta de Victoria 8 va transformándose con cada temporada y nunca faltan los guisos caseros y las sugerencias del día. "Ahora estamos experimentando con propuestas a base de caviar, esturión y huevas del salmón", explica José Juan, que recuerda también cómo desde el pasado invierno el cochinillo de Segovia, el cordero y el cabrito forman parte también de la carta. La bodega de Victoria 8, por último, está llena de vinos de la tierra -aunque no faltan los clásicos- y la mayoría se sirven por copa

Para los meses de verano, Victoria 8 investiga en torno a platos frescos que se nutren de productos de temporada. Además, todo el equipo está inmerso ya en la elaboración de una carta de cara al próximo otoño que, a buen seguro, sorprenderá incluso a los que son ya fieles al local.

Triana ha acogido con los brazos abiertos la cocina de Victoria 8 que, además, se ha convertido en un lugar muy frecuentado por muchos turistas aficionados a la cocina que visitan la ciudad varias veces al año en busca de la gastronomía local.