Salir a comer: El encanto de un 'bistrot' francés con el sabor de la cocina tradicional

ROOMZERO EN CASA ROMANA

Que Casa Romana no es un hotel convencional no es ninguna novedad y con la apertura de su nuevo espacio gastronómico, RoomZero, vuelve a demostrar que no tiene intención de serlo. Tras varias temporadas ofreciendo un novedoso concepto de gastronomía y ocio en su terraza -bautizada como Roof-, el establecimiento inauguraba hace unos días en la planta baja su versión de invierno. RoomZero recupera en su carta, que firma el chef Dani Torres, el espíritu de las tradicionales casas de comida con platos en los que lo importante es el sabor. La decoración, por su parte, recrea la delicadeza de un bistrot francés consiguiendo así dotar al local de un estilo muy personal y acorde con la filosofía con la que el hotel ha conquistado a turistas y sevillanos desde que abriera al público en el año 2005.

Aunque en RoomZero no hay -literalmente- mantel, el servicio es el mismo que el de cualquier restaurante de primer nivel con la diferencia de que el precio es apto para prácticamente cualquier bolsillo. "Creemos que nadie tiene por qué renunciar a la comodidad y a una carta de calidad, sea cual sea su presupuesto", explica Antonio Jiménez, director del hotel. Por eso, RoomZero ofrece menús del día a unos 12 euros y el ticket medio ronda los 25 si se pide a la carta.

En la nueva carta, Dani Torres, que firma también la de Roof, se fija en productos de mercado y de temporada para elaborar platos tradicionales de la cocina mediterránea con algún que otro guiño a la gastronomía francesa o marroquí. Las propuestas más convencionales se reinventan en los guisos del día que propone fuera de carta RoomZero, con resultados tan interesantes como las lentejas con foie o los garbanzos con chocos y butifarra de Chiclana. En la carta -trabajan con medias y raciones- destacan platos como la costilla ibérica asada y embarrada, cebolletas y zanahorias a la naranja; pulpo a la brasa con un estofado de salchicha serrana y sofrito a fuego lento; o San Jacobo supercrujiente de pluma ibérica con salsa diabla y ahumado. Postres como el cremoso de chocolate con torta de aceite y sal o el bizcocho de zanahoria y dátiles ponen la nota dulce al menú.

La amplia bodega de vinos y cavas -la mayoría se copean- y una carta de cócteles diseñada para el afterwork completan la propuesta de RoomZero, donde la música -como ocurre cada verano en Roof- tiene también un gran protagonismo. Además de un hilo musical de toques electrónicos, los fines de semana el dj de cabecera del local pincha en directo para convertir los almuerzos y cenas en una experiencia diferente.