Ocho palabras antiguas que se escuchaban antes en Sevilla
Estas palabras se siguen utilizando en algunas zonas de la provincia pero comienzan a estar en desuso.
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El lenguaje es la base de la comunicación del ser humano y, como tal, nos permite comprender a los demás, expresarnos e interpretar el mundo que nos rodea.
El lenguaje evoluciona con el paso de los años para adaptarse a las circunstancias de cada tiempo, de manera que surgen nuevos términos mientras que otros van quedando en desuso. Es el caso de algunas de las palabras que han formado, o siguen formando parte de la tradición de Andalucía, y sobre todo de la zona occidental de la región, y que cada vez se escuchan con menos frecuencia. Desde Vivir en Sevilla hemos querido rescatar algunos sustantivos y adjetivos muy cómunes en Sevilla (algunos también se escuchan en otras zonas) que se están perdiendo con el devenir de los años pero que, sobre todo algunas personas mayores, siguen utilizando casi a diario:
Búcaro
La mayoría de personas utilizan el término "botijo" para designar al recipiente de barro del que se bebe agua que permanece fresca gracias al material con el que está hecho. Sin embargo hay muchas personas que al botijo lo siguen llamando búcaro, que viene a ser lo mismo. La realidad es que el búcaro es un tipo de tierra arcillosa con la que se hace la vasija, de ahí que haya tomado su nombre.
Sardinel
El sardinel no es otra cosa que el escalón con el que se entra al zaguán de una casa. Muchas personas lo llaman poyete en otras zonas de la región pero en la zona de la Campiña sevillana recibe este nombre. Toma su expresión de la forma en que se colocan los ladrillos (de canto, cara con cara).
Guarnido
Es un adjetivo que viene a referirse a alquien que se encuentra dolorido o desfallecido, muy cansado. Este término solo se entiende de esta manera en el habla sevillana.
Tentetieso
Esta palabra, que apenas está en uso, no es solo propia de la zona de Sevilla. Es el sustantivo con el que se designa a un muñeco de materia ligera que lleva un contrapeso en la base, y que, a pesar de que se trate de mover hacia adelante, hacia atrás o hacia los lados, con intención de tumbarlo, vuelve siempre a quedar derecho.
Alcaucil
El alcaucil es, en realidad, la cabezuela comestible de ciertas plantas como la alcachofa, el cardo de comer y otras análogas. En la zona de Andalucía occidental se emplea para designar a las alcachofas, por lo que es común que en algunos bares tradicionales en la carta aparezca "guiso de alcauciles" o "alcauciles con jamón", entre otras preparaciones con este vegetal.
Otras palabras antiguas
En la zona de Sevilla también se emplean algunas palabras que, si bien no son exclusivas de la provincia, sí que son términos que usan, especialmente, las personas mayores y que están en desuso.
Alcancía
Vasija, comúnmente de barro, cerrada, con solo una hendidura estrecha hacia la parte superior por donde se echan monedas. Es lo que comunmente se ha conocido como hucha, con la particularidad de que una alcancía debe romperse para recuperar el dinero de su interior.
Mondadientes
Instrumento pequeño y rematado en punta para mondar los dientes, sacando lo que se mete entre ellos. Es lo que hoy se conoce como "palillo de dientes"
Sinfonier
Un sinfonier, también conocido como chifonier, es una cómoda con cajones, pero en este caso, más estrecha y alta que las cómodas habituales.
Plumier
Un plumier no es más que el lugar en el que se guardaban las plumas, es decir, un estuche. En la actualidad éste ya no está repleto de plumas sino de bolígrafos y otros utensilios para escribir como rotuladores, portaminas o subrayadores.
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