Pâtisserie Tokyo, una repostería especial y única en pleno corazón de Gerena

Pâtisserie Tokyo ofrece repostería de autor de la mano de la maestra pastelera Irene Morcillo y de su compañero, Arnau Agán

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Muestra de algunos de los dulces de Patisserie Tokyo
Muestra de algunos de los dulces de Patisserie Tokyo

En pleno corazón de Sevilla, entre las comarcas del Aljarafe, Sierra Norte y La Vega, se encuentra uno de los obradores más especiales de toda la provincia, no solo por tener una repostería de sabores diferentes y desconocidos sino porque las manos que la elaboran cuidan cada detalle de su preparación, creando unos pasteles de autor únicos e inigualables.

Se trata de Pâtisserie Tokyo, un obrador ubicado en el municipio sevillano de Genera detrás del cual se encuentra la maestra pastelera Irene Morcillo junto a su compañero, Arnau Agán. Gallega de nacimiento aunque afincada en Cataluña desde bien pequeña, Morcillo descubrió durante uno de sus viajes siendo muy joven lo mucho que le gustaba cocinar y, especialmente, elaborar dulces. Así comenzaría su andadura, primero en Estambul (Turquía), con 21 años, lugar en el que conoció a su hoy compañero Arnau, y posteriormente formándose con los mejores maestros pasteleros de Barcelona, donde también aprendió sobre bollería, panadería y, por último, heladería.

Así es como aterrizaría, unas décadas después, en un pequeño pueblo sevillano para hacer las elaboraciones dulces más especiales de toda la provincia.

Pâtisserie Tokyo, repostería de autor

Pâtisserie Tokyo está ubicado en la calle Goya, número 18, en el municipio de Gerena. Tras una puerta blanca con cristales y un gran ventanal en el que reza el nombre de este negocio se encuentra el obrador en el que, cada día, Irene y Arnau hacen sus creaciones. Entre ellas, pasteles individuales, tartas de todo tipo, helados, sorbetes y baklavas llenan los estantes de sus congeladores.

Patisserie Tokyo
Patisserie Tokyo

A diferencia de otras pastelerías, en Pâtisserie Tokyo no cuentan con vitrinas donde poder mostrar sus delicados dulces. ¿El motivo? Muy sencillo: todos sus pasteles se hacen con ingredientes naturales y frescos y se ultracongelan, lo que permite que mantengan todas sus propiedades aún después de descongelarlos. Por eso, todos deben permanecer refrigerados a esta temperatura hasta media hora antes de consumirlos para garantizar que no pierden ni un ápice del sabor con el que se crearon.

El peculiar nombre de este negocio viene del guiño a la repostería francesa, donde tiene sus orígenes, y al país nipón, cuyos canales de cocina se aficionó a ver esta pareja cuando vivían en Barcelona. Su filosofia de la búsqueda de la perfección y el detalle les llamaba mucho la atención. La unión de ambos lugares daría como resultado un obrador muy especial y prácticamente único en toda Andalucía Occidental.

Creaciones con historia

Irene y Arnau suelen trabajar por encargo, vendiéndole sus creaciones a varios restaurantes y hoteles de Sevilla y también a particulares, pero por si alguien tiene un antojo, siempre cuentan con stock en su obrador que venden en el momento.

La mayoría de creaciones de Irene y Arnau tienen una historia detrás. Este es el caso, por ejemplo, del Brownie del Marqués, hecho con chocolate puro y sin frutos secos (para que estos no desvirtúen el sabor del cacao) que fue un encargo del marqués de Albaserrada para su hijo. Otra de sus creaciones lleva por nombre «Tívoli», un pastel inspirado en el sabor de la granadina y con mousse de chocolate blanco con el que han querido hacer alusión al parque de atracciones de Copenhague. También tienen el dulce Argentina, por la cantaora onubense con el mismo nombre, que siempre iba a comprarlo, o Madagascar, porque lleva vainilla de esta isla de África.

Más allá de la repostería, gracias a su formación Irene también ha podido introducir entre sus creaciones varios tipos de sorbetes, como el de fresa y cava rosado o el de limón con galleta elaborada por ellos mismos. Junto a los sorbetes, tienen helados de diferentes sabores, como té matcha, baklava de pistacho (uno de los más populares) o palomitas de maíz, que hacen con leche de vaca fresca de pastoreo y con certificado de bienestar animal.

Fibras naturales y enzimas en lugar de azúcar

Pero si hay algo que hace a esta pastelería inimitable es que todas y cada una de las elaboraciones están hechas con productos naturales, sin aditivos ni colorantes. En sustitución emplean fibras como el lino, cítricos o inulina, que es además prebiótica. Lo mismo sucede con el uso de enzimas para rebajar el azúcar y obtener un sabor más puro y fino en sus elaboraciones, algo que Irene está abordando de la mano del chef pastelero David Gil y que promete ser toda una revolución en el mundo de este tipo de repostería.

Patisserie Tokyo
Patisserie Tokyo

Todos estos componentes dan como resultado unos dulces con un sabor auténtico y delicado que se digieren muy fácilmente y que no resultan pesados a ningún estómago.

Las creaciones de Pâtisserie Tokyo no son como las de otras pastelerías. En este espacio creado por Irene y Arnau se unen la pasión por la repostería con el amor por conocer nuevas fórmulas de elaboración con combinaciones antes nunca vistas. De la sintonía de esta entrañable y profesional pareja nace, así, un lugar único en Sevilla que merece la pena conocer y saborear en primera persona para comprobar lo muy especial que es.

Patisserie Tokyo
Patisserie Tokyo
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