Los siete pecados capitales del flamenco

"Un viaje por la fragilidad del alma" o "un recorrido por los siete pecados capitales". Esta singular experiencia es la que propone la compañía de danza de Reyes León con su obra La Gran Manzana. Un espectáculo que, según su directora y coreógrafa, espera sorprender al público, como ya lo hizo en su estreno en la sala TNT el 5 de septiembre, por su fusión de flamenco, jazz y danza contemporánea. En su próxima puesta en escena, el 21 de enero en el Teatro Lope de Vega, la producción sumará un nuevo reclamo para que el lleno esté asegurado: la recaudación irá a beneficio de la Fundación Padre Leonardo Castillo.

"La realización de este tipo de colaboraciones es muy importante para la financiación de la fundación, ya que no contamos con ningún tipo de ayudas económicas", destacó durante la presentación del evento Florencio Gutiérrez, gerente de la Fundación Padre Leonardo Castillo, quien reseñó cómo esta organización centra su campo de actuación en los presos y su reinserción, los enfermos y su apoyo y la atención a los más necesitados a través de la entrega de alimentos, ayuda a quienes demandan empleo así como a inmigrantes.

Seis bailaoras y un bailarín conformarán el cuerpo de baile de este paseo por los siete pecados capitales interpretados en siete piezas independientes. Así, los diferentes palos del flamenco servirán para representar cada uno de estos pecados, siendo la Envidia un bolero, la Soberbia una farruca, la Avaricia una seguiriya, la Gula alegrías, la Ira un taranto, la Pereza una guajira y la Lujuria un blues-bulería.

La inspiración a la hora de montar el espectáculo nace de una "reflexión desde el perdón sobre el comportamiento y sobre cómo todos alguna vez cometemos algunos de estos pecados si no todos", explicó Reyes León.

Junto al elenco de baile, los músicos son un pilar fundamental en el desarrollo de esta creación. Para Alberto Rodríguez, director musical de la compañía y del espectáculo, éste ha sido "un proyecto muy ambicioso", en el que a cada uno de los siete pecados le ha ido asignando un palo flamenco. La música que acompaña es "una partitura de flamenco, a la que se le ha adecuado un plantilla instrumental de jazz". Protagonizarán este "reto" sobre el escenario una guitarra (Alberto Rodríguez), un contrabajo (Daniel Abad), un saxofón y una flauta (Nacho Guarrochena). Acompañarán la cantaora Rocío González y la cantante de jazz Ana Galán.

Con una escenografía basada en el juego de luces, la historia se ubica en una ciudad contemporánea, -"de ahí uno de los motivos del título, La Gran Manzana", detalló León-. En esta urbe, unos músicos comienzan a tocar en su club. Fuera, unos ejecutivos ignoran a una mendiga, que arrastra el peso de la pobreza envidiando el exceso de otras. Mientras tanto, una mujer es maltratada. Su sufrimiento no afecta a unas estudiantes desidiosas que hacen que la ciudad continúe con su pulso. En definitiva, "una reflexión sobre la debilidad del ser humano y de cómo los vicios individuales generan injusticias sociales".