El pequeño pueblo de Sevilla que se convirtió en capital de España durante un verano

Cazalla de la Sierra
Cazalla de la Sierra / Turismo Cazalla de la Sierra

En plena comarca de la Sierra Norte de Sevilla, una de las zonas más singulares de la provincia y con un paisaje inigualable que destaca por encima de la llanura en la que se extienden la mayoría de pueblos, se encuentra el municipio de Cazalla de la Sierra, una pequeña localidad de algo menos de 5000 habitantes que tuvo gran importancia en la España del siglo XVIII.

Tal y como expresan desde el portal de turismo de la Diputación de Sevilla, Cazalla de la Sierra es una «tierra de contrastes» en la que se mezcla el blanco de sus casas con el verde de su paisaje y el turquesa propio de las aguas de la rivera del Huéznar, uno de los lugares más mágicos de toda la provincia.

Ubicada en pleno corazón del Parque Natural de la Sierra Morena de Sevilla, este pequeño pueblo que en ocasiones pasa desapercibido, fue en realidad un lugar de gran relevancia, especialmente durante el verano de 1730, cuando el rey Felipe V decidió convertirla en la capital de España durante los meses que duró parte del estío al instalarse allí para mejorar sus problemas de salud. Durante su estancia en la localidad sevillana en la que estaba de retiro, se celebraron las Cortes del Reino, lo que hizo que Cazalla se convirtiera temporalmente en el centro neurálgico del poder, la capital del reino en ese momento.

Cazalla es cabeza del segundo de los quince partidos judiciales que se constituyeron en Sevilla en 1834 y que engloba a los municipios de Alanís, Almadén de la Plata, Cazalla de la Sierra, Constantina, El Pedroso, El Real de la Jara, Guadalcanal, Las Navas de la Concepción y San Nicolás del Puerto. No sería hasta el año 1916 cuando esta localidad obtuvo el título de ciudad por Alfonso XIII.

Qué ver en Cazalla de la Sierra

Cazalla de la Sierra tiene importantes tesoros entre sus calles e inmediaciones. Uno de los más destacados es el Monasterio de la Cartuja, hoy convertido en un alojamiento de gran encanto que en ocasiones alberga algunas actividades especiales, como las relacionadas con la contemplación del cielo nocturno.

Además de su riqueza patrimonial, su anís y licor de guindas le han dado fama desde el siglo XV. Tal es la popularidad, que en muchos lugares la gente sigue llamando al aguardiente con el nombre genérico de Cazalla.

Además de esto, Cazalla es uno de los pueblos más relevantes en la provincia en cuanto a actividades de turismo activo, como escalada o barranquismo en el Parque Natural o paseo en kayak en el pantano del Pintado o en el embalse de Cazalla. Más allá de esto, el sendero las Laderas, bajar al Huéznar, o hacer la Ruta Molino del Corcho son algunas de las delicias que ofrece este municipio serrano para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre.

Cazalla de la Sierra se encuentra a 87 kilómetros de la capital sevillana. El pueblo se puede recorrer a pie, al igual que su entorno, que también se puede transitar en bicicleta de montaña propia o alquilándola en el propio municipio para conocer los alrededores. Al municipio se puede llegar en coche, en tren (ya que cuenta con la estación Constantina/Cazalla) o en autobús, tomándolo en la estación de Plaza de Armas.

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