La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La intimidad perdida de Sevilla
LA BASÍLICA SEVILLA
Que la crisis económica no nos impida disfrutar de los momentos compartidos en torno a la mesa de un buen restaurante es lo que se ha propuesto La Basílica Sevilla, que desde el año 2003 se alza sobre la planta de la inacabada Basílica de la Milagrosa que proyectó en su día el célebre Aníbal González.
Desde mañana, los clientes podrán compartir los cerca de 60 platos que componen la carta de este restaurante que se adapta así "a los tiempos" pero "manteniendo el servicio y calidad" que lo han caracterizado estos años. Para ello, los platos saldrán compartidos de la cocina.
Se trata, explica Luis Parladé, su propietario, "de una nueva forma de entender lo que es un restaurante". Con esta fórmula no es necesario renunciar a disfrutar de una buena cena o almuerzo gastando, calcula Parladé, "no más de 20 o 25 euros por persona".
Mientras, ya está todo preparado para inaugurar en pocas semanas el nuevo restaurante La Basílica Barqueta, donde se mantendrá la misma filosofía en un entorno único y con vistas al Guadalquivir.
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