Un cargo no excluye a otro. El de jefa del Ejecutivo andaluz y el de secretaria general del PSOE son perfectamente compatibles. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, dio ayer otro paso más -casi una zancada- al reconocer que estar al frente de un Gobierno autonómico y liderar el partido no supone ningún problema "siempre y cuando se pongan por encima de todo los intereses de la gente".

El de ayer fue otro aldabonazo en la estrategia de Díaz, otro movimiento dentro de la campaña que está desarrollando desde que aminoraron las turbulencias desatadas en el seno del partido el pasado 5 de octubre. Sabedora de las numerosas expectativas que ha creado, a sus recientes apariciones en platós televisivos de cadenas nacionales sumó ayer otra en la cadena autonómica, Canal Sur, donde enarbolando el "ADN socialista" no dudó en admitir que "para mí la mayor garantía es ser socialista y defender Andalucía, y se puede ser secretario general de un partido y presidente de Andalucía".

En su intervención, Díaz fue extremadamente cuidadosa al poner en todo momento el nombre de Andalucía y su compromiso como jefa del Gobierno autonómico. "No se puede ser socialista sin defender Andalucía, un socialista lleva en el ADN la defensa de la igualdad, y para Andalucía eso es clave porque cuando hay desigualdad nos va mal. Ser socialista y defender esta tierra es indisoluble". Pero esta tarea no excluye, según su diagnóstico, la otra, la de liderar el PSOE.

Toca saber ahora si Díaz está lanzada, ya de una forma clara y rotunda, a luchar por convertirse en la primera secretaria general de los socialistas españoles. Pero en esta ocasión tampoco dio muchas más pistas que en veces anteriores. "Es que no se trata de mí", dijo, y además lamentó que se ponga el "foco" en un debate de personas. "Primero hablemos de qué queremos hacer y luego veamos quién tiene en este momento las mejores condiciones para ponerse al frente", señaló la líder del PSOE andaluz, que insistió en que ella va a estar donde quieran sus compañeros, donde le pongan. Hasta entonces, se afanó en recalcar, no va a dejar que sus compañeros le hablen de la posibilidad de presentarse porque lo que le preocupa es que el PSOE sea "un instrumento útil".

Preguntada si se arrepiente de alguna actuación en las últimas semanas, Díaz aseguró que "todas las decisiones que tomo lo hago pensando siempre en lo mejor para mi tierra", tras lo que insistió en que si el PSOE "no es útil a Andalucía, a España y a la gente, no tiene sentido". Y ofreció una reflexión dirigida a los efectos que, a su juicio, la situación interna de su partido proyecta sobre España: "Es muy importante para este país lo que haga el PSOE. Cuando el PSOE está débil y distraído a España le va mal y le va mal a la mayoría de la gente". Y a continuación, volvió al asunto de su futuro pero sin desvelar la incógnita: "Lo otro vendrá después y hablaremos de todo".

Preguntada si se arrepiente de haber "avalado" en su día a Pedro Sánchez como candidato a la Secretaría General del partido, la máxima responsable del PSOE andaluz respondió que en aquel momento votaron lo que creían en un momento "difícil" en el que el PSOE estaba "dividido". Y agregó: "Pedro Sánchez ha hecho lo que ha podido, seguro que ha querido hacer lo mejor, pero la realidad es que dos años después no ha servido y tenemos que repensar en cuál es ese proyecto de mayoría", resaltó, para defender posteriormente que en el Comité Federal se decidió que "el camino no era correcto".

Díaz afirmó que nunca le van a escuchar "una mala palabra" hacia nadie que haya sido secretario general del PSOE y ha señalado que si Sánchez viene a Andalucía, dentro de su gira anunciada por España, "tendrá la puerta abierta, como todos los compañeros que piensen que pueden liderar un proyecto en el PSOE".