"No es imposible que anote 40 ó 50 puntos. Puede pasar. Aún me quedan algunos partidos así que, ¿por qué no?". Esto decía Clay Tucker pocos días antes de acudir a La Fonteta para jugar contra el Pamesa. ¿Una premonición? Tal vez, aunque más que visionario el norteamericano demostró que es un hombre de palabra. Sonaba a fanfarronada y quiso despejar todas las dudas. Incluso el sábado por la mañana lo tenía bastante claro. "Hoy meto 40 puntos", le dijo a Caner-Medley en el almuerzo. ¿Corazonada o apuesta? Da igual. Dicho y... casi hecho. Le faltó un triple.

Con su exhibición en Valencia, además de acercar al Cajasol a la permanencia, Tucker entró en la historia del club. Su anotación, que iguala a la de Rakocevic como la mejor de esta temporada, es la cuarta mayor en la historia de la entidad. Sólo tres puntos le separaron del histórico récord de 40 de Brian Jackson (1993-1994); dos de los 39 puntos de Andre Turner (1999-2000); y uno de Dan Bingenheimer, que logró 38 (1991-1992). Otros dos ex cajistas, Corey Brewer y Lou Roe, también se quedaron en 37. "No lo sabía, para mí es una satisfacción y un orgullo, pero sólo buscaba el triunfo del equipo. Soy un tirador y tuve un buen día", explicaba el escolta en el aeropuerto de Manises mientras ojeaba algunas crónicas con su nombre encabezando los titulares.

Sus 37 puntos, que un principio eran 40 según el marcador del pabellón, después, 39 en las estadísticas al término del choque y, finalmente, 37 según la ACB, no deben quedarse en una anécdota y el jugador avisa: "Llegar a esa cifra es posible, pero lo primero es el grupo, no mis números personales". Tanto es así, que Tucker, que promedia más de 20 puntos por encuentro, no se ve como el adalid ni el salvador del cuadro hispalense. "No soy el líder. Soy uno más. Pedro Martínez y el equipo al completo somos los líderes por igual", apunta el americano, que, como profesional, no recuerda haber sido ovacionado en una cancha rival: "Creo que no me había pasado nunca. Es algo bonito, pues se trata del reconocimiento a tu trabajo".

Con todo, sus porcentajes tienen un lado negativo, pues lo han puesto en el punto de mira de varios clubes: "Es muy pronto para saber qué ocurrirá en el futuro. Todo puede pasar, también quedarme, pero no pienso en eso. Logramos un triunfo importante para seguir en la ACB y tenemos que seguir trabajando así".