Perdidos sin una brújula
El cuadro hispalense es el único equipo en el que los dos bases son nuevos en la Liga. Casimiro apostó por jugar sin ellos el final ante el UCAM Murcia.
No hay día en que en el Baloncesto Sevilla no se acuerden de Radicevic. De su lesión, de su periplo veraniego por Estados Unidos; de no operarlo antes. Y es que en este inicio de temporada el conjunto hispalense anda perdido, sin rumbo, sin una brújula que indique el camino correcto. Sin un base.
El director de juego es un puesto clave en una ACB competitiva y todos los equipos cuentan en su plantilla con al menos un jugador con experiencia en esa posición que ya conoce la Liga. Todos excepto el plantel andaluz, que ante la esperada prolongada ausencia de Radicevic apostó por traer a Anderson para que acompañase a Miljenovic, quien debía crecer poco a poco de la mano de su compatriota como hicieran antes Satoransky o el propio Radicevic.
Con Anderson se fichó veteranía (32 años). Su trayectoria en Europa era amplia, pero España es otra cosa y el canadiense-jamaicano no está respondiendo siquiera a las expectativas mínimas. No es un base anotador (acumula 1/8 en triples), pero tampoco destaca por asistir (seis en cuatro partidos, por las 12 de Miljenovic), dirigir o mandar. Sube la pelota, cuando no lo presionan, y busca un compañero para asegurar un pase fácil. Así, apenas firma pérdidas (cinco este curso, tres de ellas ante el UCAM Murcia), pero no suma. Y el técnico cajista, Luis Casimiro, ya se ha percatado de ello. En el partido del domingo un fallo de Miljenovic en un triple liberado lo llevó al banquillo con el marcador 65-62. Entró Anderson, que un minuto y medio después tomó el mismo camino tras una pérdida y con el luminoso reflejando un 69-67. La apuesta del entrenador fue jugar con Berni Rodríguez, como ya ha hecho otras veces, pero esta opción salió rana.
Miljenovic está por hacerse, aunque el equipo se mueve mejor con él que con Anderson, que en la estadística de más/menos de la ACB (el parcial de su equipo con él en la cancha) lleva ya un -58, un promedio de -14,5 por partido que es el segundo más alto de todos los bases de la Liga, sólo superado por Llompart (Gipuzkoa Básket), con un -20,3, si bien el balear está en el parqué casi 10 minutos más por encuentro.
Parece claro que a este CB Sevilla le hace falta un guía para empezar a caminar, hasta el punto que el propio técnico del UCAM, Fotis Katsikaris, así lo vio también: "La diferencia en el choque la marcaron los bases, porque el resto de estadísticas están igualadas. En líneas generales, no teníamos problemas ante los bases del CB Sevilla en el sentido de la presión, anotación o las decisiones que podían tomar", afirmó tras el duelo del domingo.
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